En 2007, mediante una operación de 14 200 millones de dólares, la empresa mexicana Cemex adquirió la cementera australiana Rinker Group, con lo cual disminuyó de manera súbita el valor de la distancia geográfica entre México y Oceanía. Sin embargo, a pesar de los aspectos promisorios en materia de inversión extranjera directa, no se han registrado los avances esperados, lo cual se reflejó en el estancamiento de los esfuerzos bilaterales por lograr un acuerdo comercial.