Aragonés Abr. 01
ComercioExterior, vol. 51, núm. 4, México, abril de 2001
Trabajadoresindocumentados y políticas neoliberales
Ana María Aragonés Profesorade la Universidad Nacional Autónoma de México, campus Acatlán<anaragon@servidor.unam.mx>.
En este trabajo se presentanalgunas consideraciones en torno al fenómeno migratorio de México enlos últimos años. Se plantea que la política salarial desempeñóun importante papel tanto en los desplazamientos migratorios como en los flujos deinversión extranjera directa (IED). Esta situación, junto con las necesidadesde Estados Unidos, dan la pauta para el comportamiento de los patrones migratorios.Los desórdenes y las tragedias que sufren los trabajadores indocumentadosen la frontera son resultado de una perversa articulación entre las necesidadesde la economía receptora y la aplicación de políticas antiinmigrantesque responden a otras exigencias. Se ha argumentado que la IED generaempleos y favorece el dinamismo de la economía; por tanto, que constituyeun freno a la emigración. Sin embargo, las cuantiosas inversiones que se hanregistrado en los últimos tres sexenios no han revertido la tendencia de losflujos migratorios. Ello es así porque las IED no tienen las suficientes repercusionespara resolver el grave rezago del empleo del país debido, entre otros aspectos,a que suelen incorporar alta tecnología que desplaza a los trabajadores; elfactor de atracción de la economía de Estados Unidos es muy superioral de retención interna de la fuerza de trabajo y, por último, aunquequizá sea el factor más importante, a que las transnacionales se instalanen México justamente por la ventaja comparativa relacionada con el bajo costode la mano de obra, lo que se vincula con la política salarial. Así, la base objetiva queconvierte a la fuerza de trabajo en muy deseable para la IED y para Estados Unidosse sostiene en su bajo costo, resultado de una política salarial deliberada.Por tanto, la IED puede incrementar su peso relativo en la economía del país,pero el comportamiento migratorio difícilmente se transformará. Hay una diferencia clave respectoa las IED que se establecen en los países industrializados. Éstas imprimenun importante dinamismo a la economía, pero también exigen un incrementoadicional de fuerza de trabajo para mantener el esfuerzo productivo; sin embargo,dadas las insuficiencias laborales internas, acuden a los trabajadores extranjeros.En un artículo anterior1 se expone que esto se traduce en un efecto de "imán"para las emigraciones de los países menos desarrollados. Resaltaríaademás que en el marco de la globalización, cuando el fenómenode la internacionalización alcanza grados insospechados, la IED y la emigraciónde trabajadores son más que nunca instrumentos centrales de la reproduccióndel sistema, formas para superar los posibles obstáculos al crecimiento económico. Los negociadores mexicanos argumentaronque uno de los beneficios inmediatos del Tratado de Libre Comercio de Américadel Norte (TLCAN) como resultado de las inversiones extranjeras sería el frenoa la emigración de trabajadores. El entonces titular de la Secofi asegurabaante empresarios del norte del país que "decir no al Tratado de LibreComercio era decir sí a la emigración". Su razonamiento se sosteníaen que había una relación directa entre movilidad de capitales y mercancías,captación de inversión extranjera y generación de empleos, todolo cual frenaría los desplazamientos de trabajadores. Como se ha comprobadoa lo largo de seis años, el comportamiento migratorio tiene otros factoresdeterminantes y lamentablemente se dejó fuera del Tratado cualquier posiblenegociación sobre ese tema. Las voces disidentes sostenían que la enormebrecha entre ambos países daría lugar a una inserción a Américadel Norte más que subordinada e insistían en la necesidad de firmaracuerdos paralelos, pues la tendencia migratoria persistiría y la indefensiónde los trabajadores también. Estados Unidos absorbe ese tipode mano de obra precisamente por sus diferencias salariales ya que el ingreso queésta recibe es notoriamente menor que el de los nativos. En 1995 los extranjerosrecibían 14 772 dólares por año, en tanto que los estadounidensesobtuvieron 157 835 dólares. Los inmigrantes que permanecen más tiempoacortan la diferencia salarial, aunque los de ingreso reciente percibieron el ingresomás bajo: 10875 dólares.2 Estos factores favorecen la competitividad de sus productosy además constituyen un importante mecanismo neutralizador del incrementode los costos salariales.3 El discurso estadounidense mantieneuna posición contraria a esa fuerza de trabajo, lesionando terriblemente susderechos humanos y laborales, aunque en la práctica le resulta muy provechosa.Cabe señalar que los trabajadores indocumentados se convierten en tales porla contradicción perversa que se establece entre las necesidades del mercadolaboral y la aplicación de políticas migratorias restrictivas. Laslegislaciones antiinmigrantes suelen responder a otro tipo de coacciones internas,como pueden ser las electorales, las de opinión pública, las políticas,etcétera,4 pero difícilmente están en sintoníacon los factores determinantes de la situación económica. El fenómeno migratorio esuno de los problemas que a lo largo del siglo XX gravitó de manera casi permanentecomo factor de desencuentro en las relaciones México-Estados Unidos; persistióincluso cuando operaba el Programa Bracero (1946-1964), que respondía a unanecesidad de Estados Unidos ante la pérdida de mano de obra a causa del reclutamientomilitar. Las condiciones de la posguerra derivaron en un cambio de las disposicionesde la política migratoria estadounidense5 y a partirde entonces los flujos de mano de obra se presentarían de manera crecienteen la modalidad del trabajador indocumentado, lo que ha creado las mayores tensionesentre los dos países En la actualidad Alan Greenspan,presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, y John Sweeney, líderdel sindicato más poderoso del país vecino, la AFL-CIO, ha vuelto aplantear de manera explícita la incorporación formal de fuerza de trabajoinmigrante a la economía estadounidense y se ha considerado legalizar a quienesestén indocumentados. Sin embargo, la respuesta de los granjeros de Arizonaha sido la de "cazar a los indocumentados" con argumentos absolutamenteracistas, sin duda promovidos por toda la animadversión que el propio gobiernoestadounidense ha contribuido a crear y que el de México no ha sabido contrarrestar.Se prevén, empero, mayores desplazamientos debido al efecto de atracciónde Estados Unidos, lo que debería conducir al gobierno mexicano a vigilarel respeto a los derechos humanos y laborales de sus connacionales y acordar lasmejores condiciones para su incorporación laboral en el país vecino.Sin embargo, hasta el momento no ha habido ninguna señal en ese sentido. La emigración de trabajadoresdebe analizarse como un fenómeno vinculado a las exigencias tanto de los paísesreceptores cuanto de los expulsores. Las dificultades económicas, políticasy demográficas articuladas a las necesidades de la acumulación sonlas que sostienen la emigración de trabajadores,6 loque da lugar a un fenómeno netamente social y no individual. A la emigraciónmuchas veces se le ha relacionado con las crisis económicas de los paísestradicionalmente expulsores y suele ser el argumento más socorrido de laseconomías receptoras para justificar el cierre policiaco de sus fronteras.Pero si bien las crisis económicas son acontecimientos tan graves como paratrastocar todas las variables de un país, no afectan por necesidad la tendenciade los procesos migratorios como pudo comprobarse en 1982, cuando México vivióuna de sus más profundas crisis. Ni siquiera la devaluación de diciembrede 1994, con el derrumbe de la actividad económica y el cierre masivo de fuentesde trabajo, situación que haría suponer un aumento potencial de laexpulsión, se tradujo en un mayor flujo real inmediato. En los países industrializadoslas decisiones en torno al trabajo migratorio en momentos de crisis económicasse vinculan a las necesidades de su propia recuperación. Requieren, así,de un contingente laboral de fácil movilidad para equilibrar sus mercadoslaborales e iniciar la restructuración conducente, aunque lo que sícambia son los perfiles de los trabajadores extranjeros para responder de maneraadecuada a las nuevas necesidades. Esto se traduce en una enorme presión paralos países tradicionalmente expulsores, los cuales tendrán que reordenarlas tendencias y las características de sus flujos en función de losnuevos requerimientos de calificaciones de las economías receptoras. Período1982-1988 México inicia eldecenio de los ochenta con una economía prácticamente petrolizada7y un fuerte endeudamiento externo, esto es, con una gran dependencia respecto alprecio del petróleo y a las tasas de interés internacionales, factoresque registrarían fuertes efectos negativos. El auge petrolero durante el gobiernode José López Portillo permitió un crecimiento significativode esa industria, aunque acompañado de un aumento mucho mayor de las importaciones,en particular de bienes intermedios y de capital. Debido a ello "el crecimientode las exportaciones petroleras originó un crecimiento más rápidode las importaciones, con lo cual se agravaba la posibilidad de diversificar el sectorexterno".8 México se había convertido en uno delos más importantes países exportadores de petróleo, pero ellono había servido para modernizar los sectores exportadores, lo que limitabaseriamente su participación en el comercio internacional. Se habíaperdido autosuficiencia alimentaria porque se pensaba que había que aprovecharlas ventajas comparativas; en consecuencia, el país se convirtió enun claro dependiente de las importaciones de granos. A ello se sumó el incrementode la deuda y el creciente pago de su servicio; así, el país empezaríaa transitar con el terrible fantasma de la recesión. En ese entorno se inicióel gobierno de Miguel de la Madrid (1982-1988), período de crisis económicay que puede considerarse como de transición hacia el establecimiento de políticasneoliberales que sus sucesores profundizaron y consolidaron. En 1982, ante la caída delos precios del petróleo, México se enfrentó a la posibilidadde declarar la moratoria. La eventualidad de una crisis financiera mundial llevóal FMI y al Banco Mundial a proponer a México un rescate financiero, con elcompromiso de aceptar sus políticas de austeridad. Sus exigencias fueron parteimportante de las estrategias que constituyeron los ejes de la política económicade ese período y de los subsecuentes: generar un superávit en la cuentacorriente, abatir la inflación y reducir el déficit del sector públicocomo porcentaje del PIB. Los objetivos eran: a] abatir el déficit fiscal de16.5% del producto en 1982 a 8% en 1983, 5.5% en 1984 y 3.5% en 1985; b] liberarlos precios y eliminar los subsidios a los bienes y servicios producidos por el sectorpúblico; c] controlar la inflación mediante una disciplina estrictaen la emisión monetaria y el establecimiento de topes salariales; d] fijartipos de cambio realistas, y e] mantener las tasas de interés bancario enniveles satisfactorios para estimular el ahorro. El efecto de estas políticasfue un decremento del PIB de 4.7%, el más profundo de la historia hasta entonces,9con un grave deterioro de las condiciones salariales, del empleo y de la distribucióndel ingreso. De 1981 a 1988 la PEA aumentó en cerca de seis millones de personasque al no ser absorbidas por el aparato productivo se incorporaron en gran medidaa la economía informal y al empleo precario. En el mismo lapso el empleo seestancó en poco más de 20 millones10 y los salariosy el gasto social tendieron a la baja (véanse los cuadros 1 y 2). Un datoque evidencia la precaria situación de la población son las remuneracionesque recibieron quienes tenían un empleo en las principales áreas urbanasdel país: 18% obtuvo un ingreso menor que el salario mínimo vigente;39% no gozaba de ninguna prestación y 16% trabajó jornadas de menosde 35 horas.11 La inflación disminuyó de 80.8% en 1982a 59.1% en 1984, para volver a elevarse a 159.2% en 1987. Las propuestas de los organismosinternacionales no ayudaron a superar la crisis y la generación de empleosse estancó. | C U A D R O 1 | | México: tendencias de la población y el empleo, 1981-1988 | | 1981 | 1982 | 1983 | 1984 | 1985 | 1986 | 1987 | 1988 | Población1 | 69.4 | 72.1 | 73.1 | 75.1 | 76.8 | 78.6 | 80.5 | 82.4 | PEA | 20.7 | 21.4 | 22.2 | 23.0 | 23.8 | 24.7 | 25.6 | 26.5 | Empleo | 20.2 | 20.4 | 19.61 | 19.0 | 20.6 | 20.3 | 20.3 | 20.3 | Desempleo abierto | 0.5 | 0.1 | � 2.6 | � 2.0 | � 3.2 | � 4.4 | � 5.3 | � 6.2 | Tasa de desempleo2 | 2.4 | 4.7 | 11.7 | 12.1 | 13.4 | 17.8 | 20.7 | 23.4 | 1. Millones. 2. Porcentaje de laPEA. Fuente: EnriqueGonzález Tiburcio, Las perspectivas de la economía mexicana, ElColegio de Michoacán-Conacyt, México, 1988, p. 84. Las unidades productivasaltamente tecnificadas y ahorradoras de mano de obra en los sectores más dinámicosse incrementaron, al tiempo que persistía un numeroso conjunto de pequeñasy medianas empresas con sistemas productivos tradicionales. Un pequeño grupode trabajadores se incorporó a los sectores de punta con altas exigenciasde calificación y otro contingente se incorporó a los sectores informales.Por último, estaban quienes dependían de los pequeños establecimientosde escasa calificación y bajísima remuneración. En 1983-1984 se intentóreorganizar el capitalismo mexicano ante el fracaso de la política expansionistaasentada en el déficit fiscal y la contratación de deuda.12Entre las instituciones financieras públicas y privadas se establecióque el servicio de la deuda debería acompañarse de planes de crecimientoeconómico; estas decisiones se adoptaron en octubre de 1985 en la reunióndel Banco Mundial y el FMI en Seúl, Corea, con el llamado Plan Baker.13A partir de 1986-1987 fue preciso reprogramar la deuda ante la estrepitosa caídade los precios internacionales del petróleo, lo que para México significóuna pérdida de 8 000 millones de dólares, equivalentes a seis puntosporcentuales del PIB. Como todas las variables económicas sufrieron un gravedeterioro, se emprendió el Programa de Aliento y Crecimiento (PAC) a fin dereactivar la economía y el empleo y combatir la inflación.14 | C U A D R O 2 | | México: masa de salarios y gasto social como porcentaje del PIB, 1981-1988 | | 1981-1982 | 1983-1984 | 1985-1986 | 1987-1988 | Masa de salarios | 36.7 | 28.5 | 27.6 | 26.8 | Gasto social | 7.6 | 5.9 | 5.4 | 5.6 | Remuneración más gasto social | 44.3 | 34.4 | 33.0 | 32.4 | Fuente: R. Carrascoy E. Provencio, "La política social en 1983-1988 y sus principales consecuencias",Investigación Económica, núm. 184, México, 1988. A pesar de que atendió loplanteado por el FMI, el gobierno de De la Madrid no alcanzó los objetivosprevistos. Si bien las ventas petroleras perdieron peso relativo en las exportacionestotales, al pasar de 70.1% en 1983 a 49.1% en 1988, la economía mexicana seguíasiendo altamente dependiente de ese producto y vulnerable a sus vaivenes. En cuantoa la deuda externa, 36% de las divisas totales se destinaba al pago de los interesesde las deudas públicas y privada, mismos que "anulaban cualquier posibleesfuerzo exportador".15 La aguda crisis de la economíamexicana fue producto en parte de la aplicación de proyectos insuficientes,pues se acudió al endeudamiento externo sin una política de industrializacióny de producción agrícola que lo acompañara. De esta suerte,lo único que podía augurarse era una crisis con graves efectos entrela población: desempleo, incremento del trabajo informal, malestar social,caída de la calidad de la vida, etcétera. En el período 1983-1988la economía mexicana se caracterizó por la ausencia de crecimientodel PIB y del empleo, muy inferior al aumento de la PEA. En 1988 el PIB fue menorque el de 1981, mientras el consumo por persona fue equivalente al de 1977. En cuandoa las variables demográficas, en los ochenta la PEA total creció atasas mayores (2.7%) que las del incremento poblacional (2.2%), lo que se combinócon la nula generación de empleo en el lapso 1982-1988.16Sin embargo, como resultado de la política de apertura económica yde los niveles salariales percibidos por su fuerza de trabajo, el país empezóa ser un destino importante para la IED. En 1988 el acumulado histórico ascendióa 24 087 millones de dólares, siendo el Distrito Federal la entidad que recibiómás de 58% y Estados Unidos el que aportó más de 50% del total. En materia de poblaciónse obtuvieron avances importantes, al pasar de una tasa de crecimiento de 2.2% enlos ochenta a una de 1.8% en 1990-1993.17 Esta baja no sólo obedeció al éxitode los programas de planificación familiar sino a que, como señalaGustavo Cabrera, la crisis también genera conciencia, que se refleja en elcomportamiento demográfico. Período1989-1994 Los ejes fundamentales dela política económica de Carlos Salinas de Gortari giraron en tornoa los postulados del FMI y del Banco Mundial: redimensionar el Estado y abatir eldéficit presupuestario, atraer mayor inversión extranjera, lo que entrañabamodificar el marco jurídico vigente desde los setenta, y profundizar la aperturaexterna, lo que entre otros aspectos condujo a la firma del TLCAN. Se partía del supuesto deque "la inversión foránea, además de complementar el ahorrointerno y generar empleo, se acompaña de tecnologías de vanguardiaque aumentan la eficiencia de las empresas y promueven las exportaciones".18El interés del capital extranjero aumentó y México se convirtióen uno de los países más favorecidos por esos flujos, al recibir 40%del total destinado a América Latina, esto es, casi 6% del PIB; a esos capitalesse sumó una parte importante de los fugados en los ochenta,19cuyo monto se calculaba en más de 10 000 millones de dólares entre1989-1990 y en 5 500 millones más en 1991.20 Se privilegióla inversión extranjera en tres áreas: a] edificación, construccióne instalación de obras, donde la participación de capital externo podríallegar hasta 100% a partir de 1999; b] fabricación y ensamble de autopartes,equipos y accesorios para la industria automovilística, donde la proporciónde IED sería de 49% en los próximos años, todo ello a partirde 1999, y c] el transporte terrestre internacional de pasajeros, turismo y de cargaentre puntos del territorio nacional. La inversión foránea podríallegar en el octavo año del TLCAN hasta 51% y en el undécimo a 100por ciento. La IED puede constituirse en unfactor que contribuya al crecimiento económico siempre que se acompañede una política interna que regule las formas de asignación, los tiposde reinversión, los montos de las remesas, así como las ramas de inserción,entre otros aspectos.21 Las modificaciones en favor de la inversiónforánea permitirían al capital extranjero disponer de sus capitalesen diversas circunstancias. El capítulo XI sobre Inversiones de un documentode la Secofi sobre el TLCAN señala, en su artículo 119 sobre transferencias,que "cada una de las Partes permitirá que todas las transferencias relacionadascon la inversión de un inversionista de otra de las Partes en territorio dela Parte se hagan libremente y sin demora". Dichas transferencias incluyen: 1)Ganancias, dividendos,intereses, ganancias de capital, pagos por regalías, gastos por administración,asistencia técnica y otros cargos, ganancias en especie y montos derivadosde la inversión. 2)Productos derivados dela venta o liquidación, total o parcial, de la inversión. 3)Pagos realizados conformea un contrato del que sea parte un inversionista o su inversión, incluidoslos pagos efectuados conforme a un convenio de préstamos. De 1989 a 1993 el sector de serviciosrecibió 54% de la IED; la industria, 34%; el comercio, 10.8% y el sector agropecuario,0.8%. Por país de origen 62.5% provino de Estados Unidos, 6.7% del Reino Unido,4.1% de Japón, 4.4% de Suiza y 3.9% de Francia. La restructuracióneconómica hizo posible la apertura de sectores hasta entonces vedados o conmuchas restricciones a la inversión extranjera: electrodomésticos,equipos electrónicos, transportes, industria química, tecnologíaavanzada y hotelería. En la industria informáticala inversión foránea no podía superar 49%; sin embargo, conla ibm se llegaron a acuerdos para que estableciera una filial con propiedad totalmenteextranjera siempre que se cumplieran ciertas condiciones en cuanto a integraciónnacional de la producción de componentes, investigación y desarrollo,exportaciones, inversiones y precios. Otro factor que estimulóla IED fue la privatización de las empresas del Estado. Los ingresos extraordinariosprovenientes de ese proceso ascendieron a 21800.6 millones de dólares y segúnla SHCP 81% se utilizó para amortizar la deuda pública. De 1989 a juniode 1994 la IED ascendió a 48773.6 millones de dólares, cantidad mayor103.2% que la meta original. De ese monto, 14844 millones de dólares se orientarona proyectos de inversión autorizados por la Comisión Nacional de InversionesExtranjeras y 21611 millones se invirtieron en instrumentos de renta variable.22 Para que las empresas transnacionalesinviertan, los países huéspedes deben cumplir ciertos requerimientos,como poseer un mercado amplio, mano de obra barata, infraestructura manufactureraeficiente, sistema fiscal elástico, tarifas preferenciales, tasas de interésadecuadas y bajos costos de flete. No cabe duda de que la IED incrementó suparticipación de 1990 a 1994 porque encontró esas condiciones, aunquetambién su interés creció por las expectativas que generóel TLCAN. Habría que añadir que una parte importante de la IED se dirigióal abasto, a la industria alimentaria y de bebidas, "lo que significaba quelos inversionistas extranjeros pretendían expandir sus ventas en México,antes que convertirse en plataformas de exportación hacia Estados Unidos",23lo que tendría un efecto negativo no sólo en la generación deempleos sino en el desarrollo industrial del país. En la evaluación presentadapor la Secofi el 21 de octubre de 1993 se destaca que las empresas captadoras decapital foráneo sólo ascendieron a 8420, de un universo total de másde 1.5 millones de unidades. Las empresas con inversión extranjera contribuyeroncon 16.2% de los empleos directos generados en escala nacional, según cifrasde la Secretaría del Trabajo y Previsión Social,24muy por debajo de lo esperado por el gobierno. Que una parte creciente de las inversionesextranjeras se aplicara al sector manufacturero explicaría la limitada generaciónde empleos ya que se trata de ramas que compiten con las empresas nacionales y vienenprecedidas de alta tecnología. | C U A D R O 3 | | Industria manufacturera: salario promedio por hora, 1987-1994 (dólares) | | 1987 | 1988 | 1989 | 1990 | 1991 | 1992 | 1993 | 1994 | Maquiladoras mexicanas | 0.81 | 0.88 | 1.29 | 1.63 | 1.71 | 2..2 | 2.46 | 2.74 | Taiwan | 2.19 | 2.71 | 3.15 | 3.71 | 4.00 | 4.84 | 5.08 | 5.84 | Corea del Sur | 1.79 | 2.46 | 2.95 | 2.94 | 4.29 | 4.84 | 5.41 | 6.76 | Singapur | 2.31 | 2.67 | 2.90 | 2.25 | 4.00 | 4.69 | 5.08 | 6.76 | Hong Kong | 2.12 | 2.43 | 2.60 | 2.63 | 3.29 | 3.63 | 4.26 | 5.11 | Japón | 11.14 | 11.04 | 11.02 | 13.07 | 13.43 | 15.27 | 18.69 | 28.83 | Estados Unidos | 13.46 | 13.90 | 13.70 | 13.83 | 14.29 | 15.12 | 16.40 | 18.26 | Fuente: Minerva Evangelina RamosValdés, "El empleo como factor de la producción de la maquiladoraen México", Comercio Exterior, vol. 49, núm. 9, México,septiembre de 1999, p. 831. Las maquiladoras y el empleo Con el Decreto para el Fomentoy Operación de la Industria Maquiladora, expedido en 1989, se permitióa esas unidades vender en el mercado interno mexicano hasta 50% del valor anual dedicadoa las exportaciones, sin importar si los insumos para la producción se hubieranadquirido en el país o en el extranjero, con la única salvedad de quese eximiría de impuestos a los que contuvieran insumos nacionales. La economíamexicana tiene algunas ventajas sobre otros países para captar este tipo deinversión, quizá la más importante es el reducido costo de sufuerza de trabajo. En el cuadro 3 se observa que México es el paíscon el costo salarial más bajo y si bien se incrementó de 0.81 dólaresen 1987 a 2.74 dólares en 1994, se mantiene muy por debajo del de Hong Kong,con 5.11 dólares en 1994. En 1988 había 1 490 plantasmaquiladoras que ocupaban a 389245 personas; en 1994 el número de plantasllegó a 2064 con 600585 trabajadores.25 Entre los productos manufacturadospor las maquiladoras destacan juguetes, teclados de computadora, colchones de agua,carburadores, grúas, cordones de extensión, refrigeradores y aparatosde televisión. Participa en forma importante en electrónica, confecciónde prendas de vestir, ensamble de autopartes y manufactura de muebles y productosde madera y metal. Sin embargo, la maquila en México no ha dado lugar a losencadenamientos productivos que sí se lograron en otros países, principalmenteasiáticos. Ha "predominado el ensamble manual, el salario se estancóy la integración entre las plantas de ensamble y el resto de la economíanacional fue residual. A pesar de ciertos avances modestos a partir de los añosochenta, la maquila continúa siendo fundamentalmente un centro de ensamblecon mano de obra barata."26 El sector manufacturero mexicanoha dejado de absorber un importante porcentaje de fuerza de trabajo. Segúnel INEGI el empleo en esa actividad cayó 12.4% anual en 1993. En la industriametálica básica descendió 14.4% y en maquinaria y equipo, 9.2%anual. La carencia de una política de industrialización que hicieraposible la recuperación de ese sector impidió adecuarse cabalmentea las exigencias del nuevo modelo. Si bien se logró una relativa estabilidaden el sexenio salinista, el PIB creció 2.9%, la inversión fija bruta7.3%, la inflación se redujo a 8% y se logró disminuir el déficitfinanciero de 5.6 a 3.7 por ciento; ello se acompañó de un incrementode las tasas de desempleo abierto, que en 1993 había alcanzado 10%, con unacaída del salario mínimo real de 9.7 por ciento.27 La apertura externa afectóde manera sensible a estos sectores productivos, pues tras más de 40 añosde proteccionismo, que sin duda causó graves ineficiencias y una profundadescapitalización del sector industrial, se pasó casi sin soluciónde continuidad a un modelo abierto. Desde 1988 se eliminó la protecciónadministrativa y se simplificaron los procedimientos para el acceso de inversionesextranjeras. Las micro, pequeñas y medianas empresas empezaron su declinacióncomo generadoras de puestos de trabajo, los servicios se erigieron en el principalsector creador de empleos y la economía informal se constituyó en refugiode los desempleados. Las industrias textil, del vestido, del cuero, del calzado,juguetera, de herramientas mecánicas, de aparatos eléctricos y electrónicosse convirtieron en importadoras y distribuidoras, lo que entrañó eldespido de 11000 trabajadores en la industria textil, 15000 en la del cuero y elcalzado y 9000 en la maderera.28 En los países desarrolladosy en algunos en desarrollo (Estados Unidos y Corea del Sur, por ejemplo) las pequeñasy medianas empresas son un sector que recibe una gran atención, no sólopor su importancia como generador de empleo sino por su papel en el fomento del ahorrointerno, al aumentar el empleo productivo y los ingresos. En México no seconsideraron cabalmente los señalamientos de algunos autores de que, antelas nuevas propuestas productivas, las pequeñas y medianas empresas tienenun importante papel no sólo como filiales de las grandes empresas sino porsu mayor capacidad de adaptación y regeneración ante las crisis. La estrategia antiinflacionariainstrumentada por Carlos Salinas fue la del control salarial, lo que deterioróla situación de la clase trabajadora y causó graves retrocesos en elbienestar social de la población mexicana: "de la fuerza laboral formalde 28 millones de mexicanos, 16 millones subsisten sin empleo fijo, en tanto que12 millones adscritos a organismos de seguridad social perciben en su mayoríasalarios similares a los de hace 12 años, es decir, la caída de lossalarios mínimos rebasaba ya 42.3%, mientras que los salarios contractualesse mantenían al nivel de 1982".29 El sector informal creció de manera notable--producía alrededor de 33% del PIB-- y a principios de 1994 ocupaba de 8a 12 millones de personas.30 Durante el régimen salinistala deuda aún frenaba las posibilidades de desarrollo del país y ademásel peso estaba sobrevaluado.31 Estas condiciones marcarían el final de 1994.En ese entorno se produjo el levantamiento del Ejército Zapatista de LiberaciónNacional (EZLN) del 1 de enero de 1994, simbólicamente el día en quese puso en marcha el TLCAN y como una demostración fehaciente de que la incorporaciónal primer mundo era muy cuestionable. Consolidaciónde la apertura económica La crisis de 1994, conceptualizadapor Michel Camdessus como "la primera del siglo XXI", se inicióunos pocos días después de la toma de posesión de Ernesto Zedillo.Fue de tal envergadura que el propio William Clinton, ante el temor del llamado "efectotequila" en los circuitos financieros internacionales, propuso la creaciónde un extraordinario paquete de rescate, considerado como el mayor de la historia.32 Algunos hechos presagiaban la crisisque viviría México. De acuerdo con los indicadores económicosdel Banco de México, de enero a junio de 1994 salieron del país 6896.1millones de dólares, cantidad equivalente a 30% de las reservas internacionalesal cierre del primer semestre de ese año. Ese monto fue superior 404.1 millonesde dólares al capital repatriado durante 1992-1993, que ascendió a6491 millones de dólares, según un informe de la Comisión Nacionalde Valores.33 Tras la grave caída delPIB en 1995 (�6.2), en los siguientes años se recuperó, al pasar a5.2% en 1996, 6.7% en 1997 y 4.8% en 1998. Si bien ello constituyó un repunteimportante, en la medida en que la estrategia antiinflacionaria zedillista se sostuvoen la misma línea del sexenio anterior, es decir, reduciendo los gastos socialese incrementando el desempleo para elevar la oferta. Las consecuencias para la poblacióncontinuaron siendo adversas y han sido un obstáculo importante para alentarla producción para el mercado interno. Al parecer la economía mexicanadepende cada vez más del mercado estadounidense; el TLCAN ha sido la plataformadesde la cual las empresas establecidas en Méxicoexportan importantes volúmenesde mercancías. Empero, ello no se ha traducido en mejoras para la población,lo que evidencia un mercado interno totalmente deprimido y una pobreza creciente.Según el Consejo Nacional de Población (Conapo), en su estudio Diferenciasregionales de la marginación en México, 1970-1995, la poblaciónocupada cuyo sueldo es insuficiente para adquirir la canasta básica de alimentaciónpasó de 55% en 1970 a 64% en 1995.34 En el Informe de ejecución,1999, del Plan Nacional de Desarrollo (PND) se señala que de 1995 a 1999el sector formal de la economía generó 2070800 nuevos puestos de trabajoen un período en el que al menos 5.6 millones de mexicanos se incorporaronal mercado laboral. El compromiso de Ernesto Zedillo fue generar un millónde nuevos empleos cada año. En el informe citado se destaca que aun con elcrecimiento acumulado hasta 1999, los salarios promedio de cotización en elIMSS se mantuvieron en diciembre de ese año en un nivel similar al de 1996.35 Según Julio Boltvinik, desde1982 los salarios promedio se han deteriorado entre 26% (maquiladoras) y 59.6% (ramasde jurisdicción federal), aunque el salario mínimo lo ha hecho en casi75%.36 En el sexenio de Zedillo los salarios reales se deterioraronmás de 20% en todas las ramas (excepto las maquiladoras, donde se redujeron6.4%). De ello, el autor concluye que durante aquel gobierno aumentó la pobreza. Estados Unidosy el fenómeno migratorio37 De 1988 a 1994 --cuandose inicia la apertura de la economía mexicana-- la generación de empleosen Estados Unidos creció casi 104%, al pasar de 665380 plazas a 1373608, esdecir, casi 700000 nuevos puestos de trabajo; el comercio con México le harepresentado un ingreso de 50000 millones de dólares en los últimosseis años.38 El comercio agropecuario entrelos dos países creció de manera notable, aunque con un saldo desfavorablepara México. En el quinquenio 1989-1993 este último exportóal mercado estadounidense 2500 millones de dólares anuales en promedio y leimportó 3136 millones, lo cual arrojó un déficit de 636 millonesde dólares en promedio. En el sexenio 1994-1999 las ventas mexicanas a EstadosUnidos promediaron 3995 millones de dólares anuales y las importaciones 5069millones de dólares, lo que elevó el déficit promedio para Méxicoa 1073 millones de dólares anuales. Así, con el TLCAN Estados Unidoscapta una porción cada vez mayor del mercado agropecuario mexicano (69% en1993 y 77% en 1999).39 De 1990 a 2000 la poblaciónen edad de trabajar (de 15 a 64 años) aumentó cerca de 14 millonesen Estados Unidos y 15 millones en México; en la siguiente década secalcula que las cifras serán de 12 millones para el primero y de 14 millonespara el segundo.40 Esto quiere decir que el número de plazas seincrementará más que la población trabajadora. A partir de los años ochentalos nuevos requerimientos laborales de los sectores productivos estadounidenses afectaronlos perfiles de los emigrantes. El sector de los servicios y la industria incrementansu participación por encima del agrícola, rama en la que tradicionalmentese insertaba la fuerza de trabajo emigrante. Wayne Cornelius estudió177 empresas (1983-1984) y concluyó que el sector agrícola de California,que había sido el receptor fundamental de los emigrantes mexicanos, perdióventaja por la rápida expansión del sector urbano de los servicios,el de las manufacturas y el de la construcción.41Se trataba además de empresas pequeñas o medianas, poco capitalizadas,y sólo una de cada diez parecía tener dificultades financieras seriasen el momento de elaborar el estudio. En 1994 California captó 34.3% de lapoblación extranjera, en tanto que en 1996 disminuyó a 25.1 por ciento.42 Habría que destacar ademásque la restructuración productiva de Estados Unidos ha dado lugar al surgimientode puestos de trabajo que requieren nuevas habilidades y mayores niveles educativos.La difusión de la manufactura flexible en escala internacional y la intensificaciónde la competencia mundial que se ha dado en forma paralela han erosionado la baseindustrial tradicional de Estados Unidos, sobre todo en la rama metalmecánica,principal ámbito de absorción de los trabajadores nativos. Esto hadado lugar a un importante desplazamiento de mano de obra que no está preparadapara incorporarse a las nuevas industrias con base informática, en las cualescomienza a residir la nueva fuerza competitiva de Estados Unidos. Las graves fallas institucionalesen los sistemas educativos y de calificación laboral son las causantes dela incapacidad de los trabajadores para incorporarse en el mercado laboral en lascondiciones que ellos esperan.43 Los grupos afectados no captan estos fenómenos,por lo que el trabajador extranjero, cualquiera que sea su estatus legal, es vistocomo el causante de este mal. La escasez de mano de obra se soluciona con la inmigración,particularmente con hispanos y asiáticos, sobre todo si ya tiene una buenaformación básica y posee habilidades útiles para incorporarseal sector de servicios (algunos de ellos relacionados con la nueva tecnología).Por esta razón, a los ojos del trabajador nativo desplazado los extranjerosprogresan a sus expensas. Para los estratos ricos de la población, que deberíandestinar parte de sus ingresos a la educación y al entrenamiento del restode la población estadounidense, la inmigración les resulta una formade "ahorro", pues de lo contrario verían afectados sus intereses.Esta situación es paradójica ya que los niveles más altos dexenofobia se producen entre los sectores conservadores de Estados Unidos y coincideno sólo con una situación laboral de pleno empleo sino que no existeen escala global competencia directa entre los principales grupos raciales. Si bien hay una causa estructuralque determina la demanda de mano de obra extranjera, parecería que se estáhaciendo frente a una situación paradójica y contradictoria, pues altiempo que se tiene esa necesidad también se presenta una recurrencia de leyesantiinmigrantes. Sin embargo, los ordenamientos surgidos en los últimos añosse justifican como mecanismos para atemperar el descontento de los grupos afectadospor la restructuración, pues según ellos el Estado no ofrece alternativasa su marginación social y pauperización. La Ley Simpson-Rodino de 1986y la Inmigration Reform and control Act (IRCA) de 1996 tuvieron como objetivo detenerel flujo de inmigrantes indocumentados al decretar un virtual cierre de la fronteraa fin de deportar a este tipo de trabajadores. Sin embargo, ni 1986 ni 1996 correspondíana momentos de crisis que permitieran explicar este embate contra los inmigrantes.Por el contrario, se puede afirmar que Estados Unidos se encontraba en una fase decrecimiento en la que el desempleo se situaba muy por debajo de los niveles de añosanteriores y la fuerza de trabajo no crecía lo suficientemente rápidopara satisfacer la demanda laboral; en 1987 aumentó 1.6%, mientras que losnuevos empleos se incrementaron 2.7 por ciento.44 Todo indicaba, por tanto, que EstadosUnidos se enfrentaba a una profunda restructuración productiva. La puestaen marcha de nuevos procesos de trabajo daba lugar a la obsolescencia de ciertosperfiles y a la exigencia de nuevos, con el consecuente desequilibrio entre demanday oferta laborales. Ante ello se consideraba necesario reclutar fuerza de trabajoinmigrante, por supuesto con determinados perfiles, a fin de permitir a los trabajadores nativos escalar nuevasjerarquías educativas y de calificación. De esta forma se evitabanposibles vacíos de mano de obra para continuar con el acelerado crecimientoeconómico. Un elemento más que explicaríala creciente necesidad de trabajo inmigrante por parte de Estados Unidos es que seha convertido en el más grande importador neto de IED, lo que ha favorecidosu recuperación, la restructuración mundial del capitalismo y el nuevociclo expansivo de las empresas transnacionales.45 Por tanto,no es extraño que se le considere como el más importante receptor mundialde fuerza de trabajo en el mundo, tendencia que seguramente se mantendrá,pues de acuerdo con el FMI se calcula que su producto crecerá 4.4%, su inflación2.5% y su tasa de desempleo 4 por ciento. Emigraciónmexicana hacia Estados Unidos De 1971 a 1980 la participaciónde mexicanos en el total de emigrantes admitidos en Estados Unidos promedió14.2% y en el lapso 1980-1988 la relación fue de 11.7%, a pesar de la profundacrisis padecida por México en 1982. Si bien el flujo de inmigrantesindocumentados es una importante variable en el estudio cabal de los movimientosmigratorios, presenta problemas de medición. Uno de los instrumentos utilizadospara ello son las deportaciones, aunque sólo es posible captar la tendencia,debido a que las cifras varían según la fuente, pero sobre todo porqueel conteo de los cruces no permite conocer si se trata de una misma persona que hapasado en varias ocasiones en un mismo momento. En el cuadro 4 se presentan los datosde las deportaciones de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México. | C U A D R O 4 | | Deportaciones de mexicanos, 1986-1989 | Año | Deportaciones | 1986 | 1 581 657 | 1987 | 1 024 685 | 1988 | 892 046 | 1989 | 873 953 | Fuente: Secretaríade Relaciones Exteriores, en Laura Juárez, Los trabajadores indocumentadosde México, Universidad Obrera, México, 1996. Según las cifras del cuadro4 el número de deportados ha disminuido. Entre las explicaciones se señalanla mayor eficacia de la patrulla fronteriza, que inhibió a los emigrantes,así como las legalizaciones favorecidas por la IRCA. Otra consideración--que aquí se comparte-- se refiere a la reorientación de los perfilesdel inmigrante, que no sólo afecta su composición cualitativa sinocuantitativa. Esto podría conducir a un supuesto sin duda interesante, aunquerequiere de mayor investigación: que la demanda genera su propia oferta, nose excede. La IRCA tenía varios objetivos;uno de carácter implícito era "recuperar el control de sus fronteras",anticipándose a una supuesta invasión de mexicanos a lo largo y anchode sus fronteras como resultado de la severa crisis que se vivía en su país.Pero además, debido a que se señalaba al trabajador indocumentado comouna carga para los contribuyentes, era preciso calmar a la opinión pública.Así, la legislación proponía emprender un plan de legalizacionescon muchas salvedades; la más importante era que el trabajador que obtuvieraese beneficio no podría recibir en los cinco años posteriores a elloningún tipo de asistencia pública prescrita por las leyes federales,como el seguro social; se exceptuaban la asistencia médica de emergencia yla ayuda a ancianos, invidentes o incapacitados. Para muchas organizaciones todoello constituía una clara violación a los más elementales derechoshumanos. Según Bárbara Stickland los programas de legalizaciónde la IRCA tuvieron éxito, pues participó la gran mayoría delos indocumentados elegibles. Para acogerse al programa de legalización deindocumentados con residencia en Estados Unidos desde el 1 de enero de 1982, se presentaron1219600 solicitudes, de las cuales se aprobó 97.5 por ciento.46 La tendencia de la emigraciónde trabajadores se mantuvo durante todo el sexenio de Carlos Salinas de Gortari.De acuerdo con el Current Population Report, en 1994 se censaron en EstadosUnidos 6.2 millones de mexicanos, el grupo más importante de extranjeros,siguiéndoles de lejos los filipinos, con 1 033 000. En 1996 la poblaciónde origen mexicano en la Unión Americana ascendió a 6 679 000,muy cerca de los asiáticos en su conjunto (Filipinas, China, la India, Vietnam,Corea), con 6 558 000. Sin embargo, de acuerdo con el Estudio Binacional,la cifra de mexicanos residentes en Estados Unidos se situaba entre 7 y 7.3 millones(alrededor de 7.3% de la población de México en 1996), de los cualesse estima que alrededor de 500 000 habían obtenido la ciudadanía,entre 4.2 y 4.4 millones eran residentes documentados y de 2.3 a 2.4 millones eranindocumentados.47 La cifra de inmigrantes mexicanos documentados seincluye en el cuadro 5. | C U A D R O 5 | | Inmigración mexicana documentada en Estados Unidos, 1911-1988 | Año | Cantidad | Mexicanos como porcentaje del total admitido | 1911-1920 | 219 004 | 3.8 | 1921-1930 | 459 287 | 11.2 | 1931-1940 | 22 319 | 4.2 | 1941-1950 | 60 598 | 5.9 | 1951-1960 | 299 811 | 11.9 | 1961-1970 | 453 937 | 13.7 | 1971-1980 | 640 294 | 14.2 | 1981-1988 | 569 100 | 12.1 | Fuente: David M. Heer, Los mexicanosindocumentados en Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México,p. 40. La corriente migratoria tiendea concentrarse en las edades de 25 a 44 años y son personas que por lo generalya tenían un trabajo en México,48 aunque recientementese elevó el número de quienes carecían de ocupación.Del total de inmigrantes, 74% cuenta con escolaridad inferior a preparatoria completa,24% la tiene completa o hizo algunos estudios de licenciatura y 2% posee estudiosde licenciatura o posgrado. Los emigrantes que ingresaron a Estados Unidos a partirde los años ochenta tienen niveles de escolaridad ligeramente superiores sise les compara con quienes lo hicieron antes. Cabe señalar que en septiembrede 1996 se aprobó la Ley de Inmigración Ilegal y Responsabilidad delos Migrantes, muy confusa, por lo que provocó un enorme pánico entrelos indocumentados residentes en Estados Unidos ante la eventualidad de una deportaciónmasiva. Si bien ello no sucedió, esa Ley pende como una espada de Damoclessobre los inmigrantes, dada la posibilidad jurídica de que actúe enel momento que convenga a Estados Unidos. Conclusiones La apertura económicano revirtió la tendencia migratoria, que en gran medida está moldeadapor los requerimientos de Estados Unidos. La crisis mexicana no provocó unadesbandada de trabajadores más allá de la frontera, lo que permiteinferir que los flujos migratorios son mucho más ordenados de lo que se pretendey tienen distintos componentes. El análisis también hace posible confirmarque el incremento sostenido de la IED en México no revirtió la tendenciamigratoria, pues los bajos salarios --factor decisivo en la atracción de esosflujos-- constituyen una variable importante para el desplazamiento de mano de obrahacia Estados Unidos, lo cual impide revertir la tendencia migratoria. Si México quiere cambiarsu papel de reserva de fuerza de trabajo debe reformular sus estrategias de desarrolloeconómico en el sentido de privilegiar las condiciones de vida de la poblaciónpor encima de cualquier otro interés. Respecto a las maquiladoras convendríaconsiderar ciertas experiencias de Asia, donde pudieron transitar de las plantasde propiedad extranjera a las grandes corporaciones nacionales orientadas a la exportacióncon procesos que superaron el simple ensamble manual, del cual México no hapodido pasar.49 El efecto inmediato se haríasentir en los salarios y sería posible establecer cadenas productivas quefavorecieran el desarrollo industrial. Todo ello deberá acompañarsede una política educativa que permita hacer frente a los retos actuales ypor supuesto incrementar los recursos orientados a ese rubro a fin de reducir labrecha respecto a otros países.50 Los flujos de migrantes cada vezadquieren una mayor calificación, lo que supone una irrecuperable pérdidapara el país, con todo y los crecientes montos que se reciben por conceptode remesas.51 Son preocupantes e inaceptableslas cada vez mayores muertes de emigrantes en la frontera, que se estima alcanzanun promedio de 330 al año. La tragedia de los connacionales pone en evidenciano sólo lo lejos que están ambos gobiernos de comprender ese fenómenosino también su aparente renuencia a imprimirle una nueva orientación. En el fondo, al parecer, no sedesean reconocer debilidades internas, incapacidades y carencias, aunque de otrolado resulta un absoluto contrasentido que en el marco de la globalizaciónlos factores de la producción --capital, mercancías y trabajo-- nopuedan moverse libremente. México tiene la oportunidadde variar su estrategia migratoria con el tratado que lo unirá con los paísescentroamericanos y cabe esperar que su comportamiento se alejará del que hamantenido con Estados Unidos y se constituya en un ejemplo de la nueva relaciónque debe privar entre los países. Notas al pie 1. Ana MaríaAragonés, "El fenómeno migratorio en el marco de la globalización",Comercio Exterior, vol. 49, núm. 8, México, agosto de 1999.Regresara nota 1 2. "The Foreign-bornPopulation", Current Population Report, 1994.Regresar a nota 2 3. Ana MaríaAragonés, "Marco teórico para el estudio del fenómeno dela emigración de trabajadores hacia los países desarrollados",Cuadernos de Investigación, núm. 5, UNAM-ENEP Acatlán,1985, p. 108.Regresara nota 3 4. John Bailey,"La presencia de México en la política estadounidense: temas conocidosy nuevos", Este País, núm. 68, noviembre de 1996. Esteautor señala que el gobierno de Estados Unidos se encontraba implicado enuna crisis fiscal profunda (330 000 millones de dólares) que por razones demográficas,primordialmente la del envejecimiento de su población, crecerá a nivelesmucho más bajos a principios de siglo, lo que complica los asuntos relacionadoscon México, como puede verse en las iniciativas de reforma del sistema deasistencia social y de la legislación migratoria. Se ha decidido abatir laimmigración indocumentada, sobre todo porque se trata de trabajadores queson fácilmente deportables al amparo de la ley de 1996. Los sindicatos sehan opuesto a ello y la crítica de la AFL-CIO es justamente en el sentidode que "se reduce el gasto social para los pobres y se mantienen los beneficiospara los ricos con la reducción de impuestos". Esta Central afirma quela política de William Clinton estaba mucho más cercana a las propuestasrepublicanas que a la de cualquiera de sus antecesores demócratas. La Jornada,11 de mayo de 1997, p. 69.Regresara nota 4 5. "La políticade inmigración estadounidense cambió el énfasis de la certificacióndel trabajo por la reunificación familiar, lo que hizo que a los trabajadoresmexicanos no calificados les fuera prácticamente imposible entrar en formareglamentada a Estados Unidos, a menos de que fueran familiares de extranjeros residentesy documentados o de ciudadanos norteamericanos". Comisión sobreel Futuro de las Relaciones México-Estados Unidos, informe El desafíode la interdependencia, Fondo de Cultura Económica, México, 1988,p. 83.Regresara nota 5 6. Wayne Corneliusseñala que el número de estadounidenses jóvenes disminuiríaen términos absolutos de 10 a 15 por ciento de 1985 a 1995. Al mismo tiempo,el número de trabajadores y consumidores en la mejor edad (34-35 años)se incrementará 35%. Estos cambios demográficos resultarán enun mayor incremento en la demanda del consumidor y en escasez de trabajadores paraocupar puestos de menor calificación. Wayne Cornelius, Mexican Migrationto United States: Causes, Consequences and U.S. Responses, Massachusetts Instituteof Techology, Center for International Studies, 1978, en Esteban Flores et al.,Reforma a la Ley de Inmigración: un análisis de las sanciones aempleadores. Migración Internacional, Consejo Nacional de Población,México, 1992.Regresara nota 6 7. En 1983 lasexportaciones de petróleo representaban 70.10% de las totales.Regresar a nota 7 8. HéctorGuillén Romo, El sexenio de crecimiento cero, Era, México, 1990,p. 11.Regresara nota 8 9. Arturo OrtizWadgymar, "El sector externo durante 1983", Momento Económico,núm. 6, p. 7. Es importante señalar que a principios de 1995 se registróuna caída del PIB de 7.5% y ésa sí fue, hasta esos momentos,la más grave del siglo.Regresar a nota 9 10. Ibid.Regresara nota 10 11. RenéVillarreal, Industrialización, deuda y desequilibrio externo en México.Un enfoque neoestructuralista (1929-1988), Era, México, 1988, p.480.Regresara nota 11 12. Miguel ÁngelRivera, Crisis y reorganización del capitalismo mexicano, 1960-1980,2a. reimpresión, Era, México, 1989, pp. 110-111.Regresar a nota 12 13. RenéVillarreal, op. cit., pp. 478-480.Regresar a nota 13 14. Ibid.,p. 480.Regresara nota 14 15. Arturo OrtizWadgymar, op. cit., p. 9.Regresar a nota 15 16. HéctorGuillén Romo, op. cit., p. 11.Regresar a nota 16 17. Datos de GustavoCabrera (mimeo), 1997.Regresara nota 17 18. El Financiero,29 de octubre de 1994, p. 5.Regresara nota 18 19. "La repatriaciónde capitales en México de 1990 al primer trimestre de 1994 alcanzóun total acumulado de 12 049.6 millones de dólares, según datos dela Comisión Nacional de Valores y de la Secretaría de Hacienda y CréditoPúblico. El mayor ingreso se dio por medio de casas de bolsa. La cifra representaapenas 56.3% del total registrado como fuga de capitales en México por elBanco Mundial entre 1980 y 1984, que representó un total de 21 400 millonesde dólares". El Financiero, 24 de mayo de 1994.Regresar a nota 19 20. Stephany Griffith-Jonesy Ana Alicia Marr, "El retorno de capital a América Latina", ComercioExterior, vol. 43, núm. 1, México, enero de 1993, p. 43.Regresara nota 20 21. Hace unosaños F. Fajnzylber había demostrado que 83% de las operaciones de lascorporaciones estadounidenses se habían financiado con capital nacional, procedentebien de la reinversión de sus ganancias, bien del ahorro interno; con ellodemostró que era más lo que salía que lo que entraba por conceptode IED. Alonso Aguilar, "Estrategia del capital extranjero", en El capitalextranjero en México, Editorial Nuestro Tiempo, México, 1989, p.42.Regresara nota 21 22. El Financiero,21 de febrero, 25 de marzo y 12 de abril de 1994.Regresar a nota 22 23. The Economist,9 de octubre de 1993.Regresara nota 23 24. De acuerdocon cifras de las Naciones Unidas, las empresas transnacionales tienen un pobre efectoen el empleo, pues ocupan en escala mundial a unos 65 millones de personas, lo quecorresponde a 3% de la PEA del mundo (2 160 millones en 1985), de los cuales 43 millonestrabajan en el país de origen y 22 millones en el exterior; de éstos,7 millones se encuentran en países en desarrollo, es decir, 1% de la PEA mundial.Según la misma fuente se prevé un descenso en la generaciónde empleo por parte de las transnacionales debido a la puesta en marcha de adelantostecnológicos, así como a las nuevas formas de participacióndel capital en los países en desarrollo, lo que ha llevado a una profundarestructuración de sus leyes sobre inversión extranjera. Naciones Unidas,Las empresas trasnacionales, Nueva York, 1989.Regresar a nota 24 25. FranciscoCarrada, "Inversión extranjera directa e industria maquiladora en México",Comercio Exterior, vol.48, núm. 4, México, abril de 1998, p. 279.Regresara nota 25 26. Miguel ÁngelRivera Ríos, "El nuevo paradigma tecno-económico y los retos paraMéxico", en Miguel Ángel Rivera Ríos y Alejandro Toledo,op. cit., p. 60.Regresara nota 26 27. Leticia CamposAragón, "El comportamiento industrial en México, 1987-1993",Momento Económico, núm. 76, noviembre-diciembre de 1994.Regresara nota 27 28. A. Ortiz Wadgymar, "La pequeña y mediana industriaante la apertura comercial y el Tratado de Libre Comercio. Los costos de la desprotecciónindustrial en México, 1985-1992", Problemas del Desarrollo, abrilde 1993, p. 70.Regresara nota 28 29. El Financiero,14 de junio de 1994.Regresara nota 29 30. El Financiero,8 de enero de 1994.Regresara nota 30 31. El Financiero,30 de septiembre de 1994.Regresara nota 31 32. AlejandroToledo, "La evolución reciente del sector externo de la economíamexicana", en Miguel Ángel Rivera Ríos y Alejandro Toledo (coord.),La economía mexicana después de la crisis del peso, UAM, UNAM,DGAPA, México, 1998, p. 119.Regresar a nota 32 33. La Jornada,13 de noviembre de 1994.Regresara nota 33 34. La Jornada,24 de abril de 2000.Regresara nota 34 35. Ibid.Regresara nota 35 36. Julio Boltvinik,"Economía Moral", La Jornada, 12 de mayo de 2000.Regresara nota 36 37. Ana MaríaAragonés, "La crisis de 1994 y el comportamiento migratorio en México",en Miguel Ángel Rivera Ríos y Alejandro Toledo, op. cit., pp.230-231.Regresara nota 37 38. La Jornada,21 de febrero de 1995.Regresara nota 38 39. "ReporteEconómico", La Jornada, 22 de mayo de 1999.Regresar a nota 39 40. Franciso deAlba, "El Tratado de Libre Comercio y la emigración de mexicanos a EstadosUnidos", Comercio Exterior, vol. 43, núm. 8, México, agostode 1993.Regresara nota 40 41. Wayne Cornelius,"Demanda de fuerza de trabajo mexicana en Estados Unidos", en Jorge Bustamante(coord.), Flujos migratorios mexicanos hacia Estados Unidos.Regresar a nota 41 42. Current PopulationReport, The Foreign-Born Population, 1994 y 1996.Regresar a nota 42 43. Robert Reich,El trabajo de las naciones, Vergara, Buenos Aires, 1992, p. 223. Esteautor señala que la mayoría de los niños y jóvenes estabansometidos a una educación estandarizada y para 1989 se encontraban rezagadosen disciplinas como matemáticas, geografía y ciencias respecto de suscompañeros canadienses, japoneses y suecos. Por otro lado, 17% de los jóvenesde 17 años son analfabetos y únicamente entre 15 y el 20 por cientoestán siendo formados adecuadamente.Regresar a nota 43 44. MónicaVerea, op. cit., p. 31.Regresar a nota 44 45. AlejandroDabat, Empresas trasnacionales, globalización y países en desarrollo,en prensa, 1999.Regresara nota 45 46. BárbaraK. Strickland, "Aspectos legales de la aplicación de la Ley Simpson-Rodino",en Migración internacional en las fronteras norte y sur de México,p. 206.Regresara nota 46 47. Rodolfo Tuirán(coord.), Migración México-Estados Unidos. Presente y futuro,Consejo Nacional de Población, México, 2000, p. 24.Regresar a nota 47 48. Ibid.Regresara nota 48 49. Miguel ÁngelRivera Ríos, "El nuevo paradigma tecno-económico y los retos paraMéxico", op. cit., p. 61.Regresar a nota 49 50. David MárquezAyala, "Reporte Económico", La Jornada, 24 de abril de 2000,p. 24. Lamentablemente el presupuesto educativo de nuestros gobiernos ha estado muypor debajo de lo que otros países han invertido. Algunos datos son muy demostrativos:en 1990 México dedicó 2.6% del PIB y 3.4% en 1996 al rubro educativo,porcentajes menores que los de Costa Rica, que en 1990 dedicó 4.7 y 5.8 en1996; en el mismo lapso Panamá dedicó 4.7 y 5.5 por ciento, respectivamente,y Nicaragua 4.9 y 4.3 por ciento, en cada año. En estos mismos paísesla tasa bruta de matrícula en los niveles de educación superior de1991 a 1994 (como sigue: México, 14%; Costa Rica, 30%; Panamá, 28%,y Nicaragua, 10 por ciento).Regresara nota 50 51. JoséÁngel Pescador Osuna, "México-Estados Unidos. El impacto de lasremesas", Nexos, núm. 252, diciembre de 1998. En 1997 alcanzaronlos 4 864.8 millones de dólares.Regresar a nota 51
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