Mercado sep 00

*Comercio Exterior,vol. 50, núm. 9, México, septiembre de 2000


Innovaciónde las industrias química y petroquímica de América Latina

Alexis Mercado y RigasArvanitis

Profesor-investigadordel Centro de Estudios del Desarrollo (Cendes) de la Universidad Central de Venezuela<amercado@cantv.net> e investigador del Instituto de Investigación parael Desarrollo (IID) <rigas@option-service.fr>, respectivamente. Este trabajoforma parte del proyecto Conducta Empresarial en la Industria Química en AméricaLatina, coordinado por Arnoldo Pirela, del Cendes.


La actual coyuntura económicainternacional plantea serias disyuntivas a los actores de la actividad productiva.Diversos países de América Latina, tras diez años de tentativaspara modernizar sus estructuras económicas, se han visto prácticamenteobligados a introducir nuevos ajustes macroeconómicos, lo cual se ha reflejadoen las decisiones y posibilidades de inversión de los agentes internos y externos,así como en la capacidad tecnológica de las unidades productivas yde forma más general en las capacidades competitivas de los sectores químicoy petroquímico.

Desde el punto de vista productivo,las políticas de modernización económica adoptadas en la regióndurante los noventa planteaban la necesidad de fortalecer los sectores capaces deintegrarse a la economía global. En otras palabras, se pretendía generarcondiciones que impulsaran las actividades industriales y de servicios capaces dedesarrollar una capacidad efectiva para competir y exportar. Las acciones emprendidasse orientaron fundamentalmente a la corrección de los desequilibrios macroeconómicospara alcanzar un eficaz funcionamiento de los mecanismos de mercado y, en el ámbitode la política industrial, poner en marcha estímulos a la actividadexportadora.1 Sin embargo, los impulsos directos a la actividad tecnológicano constituyeron un objetivo central de la "nueva política". Seríahasta finales de la década de los noventa, ante la evidencia de resultadospoco satisfactorios, cuando se comenzó a reconocer lo limitado de esa concepcióny a recuperar los espacios institucionales para una instrumentación eficazde la política pública en ese ámbito.

Diversos estudios han analizadolos cambios en la capacidad tecnológica de las empresas a raíz de lasmudanzas macroeconómicas, en especial los programas de ajuste estructural.2Paralos sectores químico y petroquímico hay tendencias similares en laevolución de la dinámica tecnoeconómica de Brasil, Méxicoy Venezuela: la caída del ritmo de las inversiones por parte de los agentesnacionales; cambios en la composición del capital de muchas empresas establecidas(de público a privado nacional o extranjero y privado nacional a extranjero);la racionalización, entendida como una disminución, de la intensidadde las actividades de investigación y desarrollo, y la pérdida de importantesexperiencias de aprendizaje tecnológico.

En términos de la balanzacomercial, reflejo directo de la capacidad competitiva del complejo industrial, seobservan diferencias en los tres países. En el caso venezolano la brecha entreimportaciones y exportaciones (históricamente muy alta) tendió a disminuirdurante la década los noventa, aunque en los últimos años seincrementó de nueva cuenta. En el caso mexicano, el déficit muestraoscilaciones importantes a lo largo del período, mientras que en el brasileñotendió a incrementarse de manera impresionante.3 Estos datosagregados, en apariencia contradictorios, no permiten inferir que hubiera cambiosestructurales que hayan inducido un incremento de la competitividad de esos trescomplejos industriales.

 

 ¿Consolidaciónde una estructura macroeconómica competitiva?

 Diversos estudiossobre la política industrial y las reformas macroeconómicas implantadasen diversos países y regiones han reconocido las repercusiones negativas deestas últimas en la estructura industrial, en especial en las etapas inicialesde la aplicación de los programas de estabilización y ajuste estructural.4No obstante, en el cálculo de los técnicos encargados de llevar adelantelos programas prevalecía el supuesto de que las empresas reaccionaríanfavorablemente y una vez superada esa etapa las estructuras productivas entraríanen un proceso de crecimiento sostenido, apoyado en un necesario incremento de suscapacidades competitivas que potenciaría su capacidad exportadora.5

Sin embargo, diversas investigacionesen el marco del proyecto sobre Conducta Empresarial en la Industria Químicade América Latina, coordinado por el Cendes, han seguido la evoluciónde esa industria en tres países de la región y demuestran que en muchoscasos esas políticas han generado daños irreversibles a interesantesprocesos de desarrollo tecnológico e industrial del sector (tanto en las empresascomo en el sector mismo).6 La paradoja es que a pesar de los cuestionables resultados,incluso en términos de estabilidad de las variables macroeconómicas,y ante la agudización de la crisis actual, se continúan prescribiendolas mismas recetas recesivas de ajuste.

Sobre los casos de marras cabenlas siguientes puntualizaciones sobre la evolución de las políticasvinculadas al desarrollo industrial y la competitividad, así como del marcogeneral en que se inscriben.

1) Las políticasde ajuste estructural instrumentadas desde finales de la década de los ochentapresentan una gran homogeneidad, a pesar de aplicarse en entornos socioeconómicose incluso momentos muy diferentes.

2) Se ha ignorado la importanciade las políticas tecnológicas e industriales para estimular las capacidadestecnoproductivas del tejido industrial; como consecuencia, las empresas nacionalesse enfrentan a grandes dificultades para responder a los nuevos desafíos competitivosque plantea la apertura de los mercados.

3) En los círculosde decisión ha prevalecido una visión horizontal que no reconoce lasespecificidades sectoriales de la industria y la importancia de esta variable enla formulación de políticas que orienten el desarrollo de capacidadestecnológicas y competitivas.

4) Cada vez son máslos mecanismos extralegales de los países desarrollados para limitar el accesoa sus mercados de empresas cuyo origen esté fuera de su entorno geográfico(por ejemplo, normativas de adscripción voluntaria en calidad y ambiente).

5) La pobre capacidad denegociación de los estados de los países de medio y bajo desarrollopara conseguir mejores condiciones en la definición de las políticascomerciales, de propiedad intelectual e industrial y ambiental.

En la actualidad se acepta de formageneralizada que las políticas de ajuste por sí solas son insuficientespara crear condiciones competitivas en la estructura productiva. Es más, susola aplicación puede resultar más bien negativa. Sin embargo, en lamayoría de los países de la región se ha insistido en centrarlas estrategias económicas en el mantenimiento casi exclusivo
de la estabilidad de algunas variables macroeconómicas, al parecer sin estrategiasdefinidas en torno del desarrollo tecnológico e industrial. Los acontecimientosque durante los noventa estremecieron las estructuras económicas de Brasil,México y Venezuela revelan cuan ineficaz y hasta contraproducente fue esaestrategia en términos de desarrollo industrial.

Un rápido análisisde los determinantes de la competitividad internacional de la industria en el entornoglobal destaca la importancia de instrumentar políticas de estímuloque vayan mucho más allá del ámbito macroeconómico. Demostracionesde ello abundan. La más elocuente quizás sea la política públicade desarrollo tecnológico de Estados Unidos en los últimos seis años,que se ha caracterizado por un cariz intervencionista del gobierno federal orientadoa apuntalar las capacidades competitivas de su red tecnológica e industrialpor medio de diversos programas de estímulo que dan apoyo financiero al desarrolloy la incorporación de nueva tecnología.7

Además, las políticascomerciales del gobierno estadounidense, en particular en lo que concierne a laspresiones para el establecimiento de reglas precisas en el comercio internacional,revela el gran interés por garantizar el marco jurídico que permitaa las empresas de ese país mantener sus ventajas competitivas en la nuevaestructura de mercado global. En ese sentido, la coordinación de las políticasen los ámbitos macroeconómico e industrial resulta cada vez másvital para mantener una activa participación en el comercio internacional,en especial para arribar temprano a mercados de rápido crecimiento.8La conquista de estos mercados constituye el objetivo más importante de lossectores exportadores y una cuestión vital para la estrategia de crecimientohacia fuera, que es el planteamiento central de los modelos de modernizacióneconómica adoptados en la última década en la región.

Pero desde esa perspectiva cabríapreguntarse: ¿cuál es la capacidad de nuestros países de crecercomo mercados globales? Y sobre todo, ¿cuál su capacidad para abordaresos mercados de rápido crecimiento? Sin duda limitadas si se les comparacon naciones con economías más estructuradas y marcos socioinstitucionalesque estimulan de manera precisa la competitividad.

Es paradójico que sean justamentelos países desarrollados los que de manera progresiva copan diversos espaciosde los mercados de nuestras economías, en especial en diversas áreasde manufactura y servicios que en alguna medida estuvieron en manos de iniciativasnacionales durante el período de sustitución de importaciones. Portanto, en la promoción de capacidades competitivas y de negociacióncomercial, el papel del Estado se ha tornado cada vez más crucial. Se tratade la necesidad de gobiernos que estimulen la generación de condiciones competitivas,pero no mediante la exclusiva desregulación y la apertura que por sísolas pueden conducir a peores males, sino con mecanismos capaces de incidir de maneraimportante en una estrategia global de competitividad de la estructura industrial.Esa estrategia debe incluir la capacidad de negociación internacional. Laactiva presencia de delegaciones gubernamentales de países desarrollados enorganismos internacionales como la OMC para defender explícitamente los interesesde sus empresas, así como las actividades encaminadas a la apertura de losmercados de los países en desarrollo, algunos de rápido crecimiento,son ejemplos ilustrativos de la importancia que ha adquirido esta variable.9

En ese sentido, la ausencia decualquier tipo de acuerdos en la materia entre los principales bloques económicosen la recién concluida reunión de la OMC en Seattle y la forma en quese ignoraron las propuestas y necesidades de los países en desarrollo demuestranlas crecientes dificultades que estos últimos confrontan en el nuevo ordeneconómico internacional.

  

Respuestas delas empresas química y petroquímica de la región

Ante ese marco socioinstitucionaltan complejo y cambiante, tanto las empresas como los sectores de la químicay la petroquímica han tenido respuestas diversas. En el caso de la industriaquímica de los tres países es posible decir que el ámbito delcapital nacional fue el que acusó más severamente los programas deajuste en términos del resquebrajamiento de su capacidad tecnológica.Las empresas mixtas, que desempeñaron un papel clave en el desarrollo delsector petroquímico de Venezuela y Brasil, también experimentaron cambiosradicales; en el primer país se tradujeron en la disminución de lospequeños esfuerzos dedicados a ID en las etapas iniciales de los procesosde ajuste, y en el segundo, en la caída del ritmo de inversión y suposterior privatización.10 Las respectivas empresas mexicanas registraron, paradójicamente,un incremento de las inversiones, incluso durante el período de aguda crisisque siguió a la devaluación del peso en 1995, en buena medida a raízdel Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Sin embargo, eserepunte también se explica por la venta al capital privado de algunas empresasestatales de la petroquímica básica. Esto a su vez generó lacreciente concentración de la producción en pocas empresas de capitalnacional, las cuales trabajan con tecnología proveniente del extranjero.

De manera general, las filialesde las empresas transnacionales fueron las más capaces y las que másrápidamente se adaptaron al nuevo entorno macroeconómico planteadoen estos países. Los elementos de una amplia cultura de competitividad desus matrices, acostumbradas a desempeñarse en entornos abiertos, fueron relativamentefáciles de transferir a las empresas filiales y rápidamente asimilados.Fue así como redefinieron aceleradamente sus estrategias locales y regionales,lo que en algunos casos implicó la relocalización de la produccióny la redistribución de mercados, en tanto que la ampliación de susactividades en la zona se verificó, en algunos casos, por medio de la adquisiciónde empresas nacionales o mixtas.11

Se sabe que el desarrollo de capacidadtecnológica implica procesos de aprendizaje que toman su tiempo. En otraspalabras, la consolidación del acervo tecnológico de una empresa esun proceso incremental que madura lentamente. Se reconoce también que taldesarrollo en América Latina es azaroso y los pocos resultados positivos sonostensiblemente frágiles las más de las veces. De esta forma, no hayque hacer grandes ejercicios de imaginación para intuir lo que debe habersucedido con estas capacidades ante la persistente inestabilidad de los recurrentesintentos de "estabilización" en la zona: a] desaparecieron en definitivalas experiencias endógenas de desarrollo tecnológico y productivo;b] se presentó una gran vulnerabilidad de los espacios de ID respecto a larecurrencia periódica de las crisis y los programas de ajuste; c] cambióel significado de las labores de ID, y d] fue progresiva la dificultad para materializarnexos entre las empresas y entre éstas y los centros de investigación.Prueba de ello son los cambios adversos en las capacidades de ID y en las actividadesde innovación de un grupo de empresas presente en muestras significativasde este sector industrial en los tres países en estudio.12En el cuadro anexo se aprecia la caída de los esfuerzos para esos fines (recursoseconómicos y humanos) y la reorientación de la actividad innovadora.De alguna manera ésta ha tendido a "racionalizarse", es decir, adesarrollar-se cada vez más en función de dar respuesta a las exigenciasde la actividad productiva diaria, relacionadas fundamentalmente con mejoras de carácteroperativo. Esto puede estar sacrificando en buena medida el desarrollo de las capacidadescompetitivas necesarias para la sobrevivencia de las empresas en el mediano plazo.

Aunado a esa descapitalizaciónen las áreas de ID, los niveles de producción e inversión registrancambios que parecen reforzar la tesis de una pérdida de capacidad tecnológica.En lo que sigue se destacan las principales transformaciones en los complejos industrialesde los tres países en estudio.

 

Brasil

El estancamiento económicoque acompañó en un primer momento los propósitos de estabilizacióny ajuste estructural trajo consigo la fuerte caída de nuevas inversiones enquímica y petroquímica. Más aún, diversas empresas, inclusoun grupo importante de transnacionales, pararon diversas líneas de producción,en especial en las áreas de especialidades químicas,13para importar directamente los productos. Otras abandona- ron las actividades desíntesis y se dedicaron exclusivamente a la formulación de productos.Ello dio lugar a una pérdida de intensidad en la actividad tecnológicay a un incremento sostenido y considerable del déficit comercial de ese sector,el cual se elevó de 800 millones de dólares en 1989 a 6 500 millonesen 1997.

Una de las causas principales delincremento del déficit fue la cantidad de líneas de productos desactivadasen los últimos años, la cual fue de alrededor de 40% de las líneasexistentes a principios de los años noventa.

En el período de estabilidadmacroeconómica, después de la implantación del Plan Real en1994 hasta principios de 1998, se observó una recuperación de la inversión,aunque insuficien-te para encarar el extraordinario déficit de la balanzacomercial. Esa inversión presentó un perfil radicalmente distinto alre-gistrado durante las primeras etapas de la conformación del complejo industrial,pues la mayoría (75%) corría por cuenta de empresas nacionales, 20%de extranjeras y sólo 5% de mixtas. Esto contrasta con lo acontecido durantelas etapas de consolidación de esta industria, cuando las empresas mixtasfueron las que respondieron por el grueso de la inversión. Cabe señalarque la mayoría de estas empresas se privatizaron a partir de 1992, aunquela mayoría quedó bajo control de importantes grupos privados nacionales.Asimismo, en los últimos años han realizado un importante esfuerzode ampliación de sus capacidades de producción a fin de incrementarsu competitividad internacional. Por otra parte, contrario a lo que podríaesperarse como consecuencia del proceso de modernización de la economía,no se verificaron cuantiosas inversiones por parte de las empresas transnacionales;14éstas muestran, incluso, un ritmo menor al de la década de los setentay principios de los ochenta.

  

 

 C U A D R O

 

Industria química: principales cambios en la infraestructura y las actividades de id de Brasil, México y Venezuela

 

 Brasil

 México

 Venezuela

 Infraestructura    
 Importante disminución de los recursos destinados a actividades de ingeniería en general.  Ligero incremento de la capacidad de las empresas en general  Disminución de los pocos esfuerzos destinados a ID de las empresas nacionales.
 Disminución de los recursos destinados a ID en las empresas nacionales.    Aumento de los recursos destinados a ID de las empresas extranjeras.
     Fortalecimiento de los espacios gerenciales para la adquisición y negociación de tecnología en empresas nacionales grandes.
 Actividades    
 Disminución de las actividades de ID que procuraban la búsqueda de nuevas entidades o aplicaciones.  Más orientadas a la resolución de problemas productivos.  Disminución de las actividades de banco (ID).
 Disminución de la actividad de ID en ramas de alta intensidad tecnológica.  Mayor apoyo a las actividades de comercialización.  Pérdida de capacidad de diseño y desarrollo en las principales empresas nacionales.
 Incremento de las actividades de adaptación (de productos y procesos) de la industria en general.    Orientación a las mejoras (en productos y procesos) de la industria en general.
      Incremento de la gerencia orientada al dominio tecnológico.

Fuente: R. Arvanitisy D. Villavicencio, "Learning and Innovation in the Mexican Chemical Industry",Science, Technology and Society, vol. 3, núm. 1, 1998.

 

Las orientaciones de las nuevasinversiones de la gran mayoría de las empresas persiguen la ampliaciónde las capacidades productivas existentes (tendencia homogénea para cualquiertipo de empresas que pretenda mantenerse en el negocio). Sin embargo, las inversionesen nuevos proyectos no llegan a constituir un quinto de los proyectos totales, loque estaría evidenciando que no se están creando nuevas áreasde aplicación y, por tanto, no se está diversificando el complejo industrial.

 

Venezuela

En el caso venezolano es posiblediferenciar con claridad la evolución del sector químico respecto delpetroquímico después del proceso de apertura y desregulación.El primero, al igual que en el caso brasileño, confrontó durante eseperíodo una fuerte crisis, particularmente drástica en las empresasnacionales. Esto se ha traducido en la paralización total de nuevos desarrollos,el cierre de empresas o, en el mejor de los casos, una caída importante delritmo de producción. Los ejemplos más notables son los de algunos gruposcorporativos importantes que se colapsaron o cuya composición del capitalregistró cambios importantes (en gran parte los adquirió el capitalextranjero). Por otra parte, el ritmo de inversión en modernizacióntecnológica, que tiene que ver con la renovación del equipamiento deproducción y control y la introducción de mejoras de tipo ambiental,presenta un ritmo significativamente bajo.

En cuanto a los procesos, estasempresas muestran, de manera similar a las brasileñas, una gran lentitud enla inversión. Las pocas inversiones que se realizan se orientan fundamentalmentea la introducción de mejoras y, cuando mucho, a ampliaciones de la capacidadproductiva.

Las nuevas inversiones de envergadurase plantean casi exclusivamente para la petroquímica. Este sector ha experimentadoexpansiones importantes en los últimos 10 años; se mantiene el modelode empresas mixtas para los nuevos desarrollos y a la filial petroquímicade Petróleos de Venezuela como la locomotora de estos nuevos proyectos.15

A diferencia de las experienciasde las décadas de los sesenta y setenta, cuando eran pensados para satisfacerlas demandas del mercado interno, los desarrollos se han concebido para participaren mercados globales (tecnologías de punta y grandes escalas para aprovecharal máximo las ventajas comparativas). Cabe señalar que el volumen deexportaciones de algunas de estas empresas permitió la mejora considerablede la balanza comercial del sector en general durante los noventa,16aunque en los últimos años el desequilibrio tendió a elevarsede nueva cuenta.17

La estrategia reciente de Petróleosde Venezuela prevé la concentración de su actividad tecnológicay productiva en las áreas de termoplásticos y fertilizantes (consolidandosus actividades en el segmento de la química básica). En consecuencia,se deja en manos del sector privado la responsabilidad del desarrollo del tramo intermediode la industria (segunda y tercera transformación del complejo industrial).Sin embargo, no existe algún programa de estímulo para el desarrollode los subsectores o ramas componentes de este segmento. Por otra parte, la debilidadtecnológica que muestra hoy día la mayoría de las empresas privadasnacionales, profundamente afectadas por la crisis, genera dudas de la posibilidadde este sector para participar con eficacia en el segmento intermediario y aprovecharlas indudables ventajas comparativas y algunas competitivas de importancia del país.

 

México

Desde mediados de los ochenta hasta1994 el déficit en la balanza comercial registró una tendencia ascendente.Después de ese año se redujo por efecto de la fuerte devaluacióndel peso. De manera similar al caso venezolano, en los últimos dos añosse retomó la tendencia incremental del déficit. Ello obedece, segúnalgunos analistas, a la sobrevaloración del tipo de cambio, lo que evidenciacuán sensible es de la actividad exportadora de estos países a esavariable.

Desde un punto de vista másestructural, los estudios revelan una caída de la participación enla producción de las empresas nacionales y una concentración de lasinversiones en unas cuantas unidades de mayor alcance. Además, las exigenciasque trajo consigo el TLCAN en mucho casos ya las habían previsto las empresasmedianas del sector acostumbradas a la exportación, por lo cual no hubo cambiosmayores en su intercambio comercial. Más recientemente se observa un progresivorepunte de la inversión extranjera en el sector.

Entre los cambios más importantesque se avizoran en México destaca la posible privatización del sectorpetroquímico. Hay quienes señalan que si ese proceso se lleva a cabosegún lo previsto en los planes, el sector quedará prácticamenteen manos del capital transnacional en el mediano plazo. De concretarse ese proyecto,se establecerá una diferencia importante con el proceso de privatizacióna partir de 1992 de la industria petroquímica brasileña, la que pasó,en su mayoría, a manos del capital privado nacional.

 

Conclusiones

Los procesos de aperturay desregulación de las economías de los tres países analizadosincidieron de manera importante en la capacidad tecnoproductiva de los complejosindustriales químico y petroquímico. El análisis de las actividadesde ID o, de forma más general, del aprendizaje tecnológico, revelauna caída preocupante de los esfuerzos en esa materia. Estos espacios, queconstituían parte importante de las pocas islas de desarrollo tecnológicode la industria en la región, se redujeron en algunos casos de manera significativa.Adicionalmente, el cariz de la actividad cambió; la poca actividad de ID orientadaa la búsqueda de nuevas entidades o nuevas aplicaciones tendió a relegarsede manera considerable para dar respuesta, fundamentalmente, a problemas ingentesde la actividad productiva diaria.

Si bien esto puede haberse traducidoen una mejora de los indicadores de desempeño productivo de las empresas,que les pudiera garantizar la subsistencia en el corto plazo, éstas podríanestar sacrificando las posibilidades de desarrollo competitivo en el mediano plazo.Sin duda las profundas transformaciones que experimenta la industria en escala mundialexigen un creciente esfuerzo de desarrollo de capacidad tecnológica endógena.

La expresión del desempeñoeconómico de esta industria en términos del comercio exterior contribuyea visualizar la magnitud del problema, pues las empresas, en particular las de capitalnacional del sector químico (sobre todo en Brasil y Venezuela), no han tenidosuficiente capacidad para afrontar por sí solas las fuertes presiones de lacompetencia de un mercado abierto, lo que se ha traducido (en particular en el casobrasileño) en la aparición de un exorbitante déficit comercial.El creciente déficit de la balanza comercial de la industria químicabrasileña y las fluctuaciones observadas en la de los otros dos países,producto del comportamiento del tipo de cambio, evidencian que no se han verificadocambios estructurales capaces de incrementar de manera significativa su competitividad.

Otra tendencia claramente negativase observa en el ritmo de la inversión. En los casos brasileño y venezolano,las empre-sas (nacionales y mixtas) redujeron su ritmo de inversión y lo orientaronfundamentalmente a los segmentos de la química básica y final (especialización).Esta tendencia señalada como una deficiencia característica de lasprimeras etapas del de-sarrollo de esta industria en la región, en la medidaen que no hizo posible una verdadera integración de los complejos in-dustrialesademás de restringir la competitividad desde el punto del complejo industrial,pareciera constituir un retorno a dichas etapas.

La inversión extranjerase ha concentrado en la adquisición de algunas plantas instaladas. En el áreaquímica no se han registrado inversiones significativas en ramas de alta intensidadtecnológica a pesar de aprobarse legislaciones amplias que garantizan la propiedadintelectual e industrial.18 En la petroquímica existe especial atenciónen las áreas donde los países receptores presentan claras ventajascomparativas para ampliar su capacidad de producción en escala global.

De esta manera, no se puede señalarque se estén verificando cambios estructurales importantes en el sentido deuna mayor integración y diversificación de los complejos industrialesque permitan incursionar en sectores de mayor valor agregado.

 

Notas al pie

1. W. Suzigan yA. Villela, Industrial Policy in Brazil, Instituto de Economía, UNICAMP,1997, e I. Avalos, "La industria venezolana: cinco años de ajuste sinpolítica tecnológica", Espacios, vol. 12, núm. 2,1993.Regresara nota 1

2. J. Katz, "Elaprendizaje tecnológico ayer y hoy", Revista de la CEPAL, númeroextraordinario, octubre de 1988.Regresar a nota 2

3. Resultados preliminaresmuestran que la devaluación del real brasileño en enero de 1999 mejoróde manera significativa la situación del déficit en ese año.Regresara nota 3

4. J. Baruk, "Innovativenessof Polish Enterprises in the Initial Period of System Transformation", Technovation,vol. 17, núm. 7, 1997, y W. Peres Núñez, "Dóndeestamos en política industrial", Re vista de la CEPAL, núm.51, Santiago, Chile, 1993.Regresara nota 4

5. M. Naim, PapersTigers & Minotaurus. The Politics of Venezuela's Economic Reforms, CarnegieEndowment Book, Washington, 1993.Regresar a nota 5

6. A. Mercado yA. Antunes, Efecto del ajuste estructural sobre la I&D en la industria químicabrasileña, Anais do XLX Simposio de Gestao de Inovaçao Tecnologica,Sao Paulo, 1996, y A. Pirela, "Acerca de la ausencia de política industrialo de cómo los ornitorrincos aprendieron a bailar", en A. Pirela (ed.),Cultura tecnológica en Venezuela: la industria química y petroquímica,Fundación Polar, Caracas, 1996.Regresar a nota 6

7. L. Branscomby J. Keller (eds.), Investing in Innovation. Creating Research and InnovationPolicy that Works, The MIT Press, Cambridge, 1998.Regresar a nota 7

8. OCDE, Technologyand Industrial Performance, OCDE, París, 1996.Regresar a nota 8

9. En contraposición,los países desarrollados han puesto en marcha toda una infraestructura extralegalque limita de manera significativa la entrada a sus mercados de los bienes de diversasempresas de naciones en desarrollo.Regresar a nota 9

10. En Venezuelarecientemente se aprobó la normativa legal que abre la posibilidad de privatizaresas empresas.Regresara nota 10

11. Entre lascambiantes estrategias de las empresas, se identifica una muy reciente de algunastransnacionales que consiste en centrarse nuevamente en los mercados internos pormedio de una relación más estrecha con los clientes. "Coca Colaredefine sus estrategias en América Latina", Economía Hoy,Caracas, 27 de enero de 2000.Regresar a nota 11

12. 112 empresasen Venezuela; 126 en México, y 78 en Brasil.Regresar a nota 12

13. En algunoscasos hubo incrementos del volumen de exportación de algunos productos finales,incluso de aquellos de muy bajo valor tecnológico agregado.Regresar a nota 13

14. Recientemente,Monsanto anunció un plan de inversiones importantes en ese país queimplica el desarrollo de nuevas áreas productivas vinculadas al sector agrícola.Regresara nota 14

15. Un aspectoimportante de este proceso lo constituye el cambio de los socios privados nacionales.El grupo tradicional más fuerte del sector resultó muy afectado conla apertura. Por contra, se verificó la entrada en esta área de unode los grupos empresariales privados más importantes, pero sin tradiciónen esta área.Regresara nota 15

16. La mayoríade las empresas químicas no fue capaz de incursionar en mercados internacionales.Esto pone de relieve el fracaso de una de las premisas del ajuste adelantado en Venezuelaa partir de 1990, el cual apuntaba a una transformación en el sesgo antiexportadorde la industria. A. Mercado y R. Arvanitis, "La I&D en la industria químicavenezolana ante las políticas de estabilización y ajuste estructural",en Cultura y conducta tecnológica en la industria química venezolana,Fundación Polar, 1996.Regresar a nota 16

17. Esta tendenciase mantuvo en 1999, aunque no se dispone de cifras definitivas. Algunos analistasseñalan que esto obedece a una sobrevaloración del tipo de cambio apartir de 1997.Regresara nota 17

18. Por el contrario,diversos proyectos en estas áreas implantados en Brasil a inicios de los ochentase paralizaron.Regresara nota 18



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