Integración agrícola regional en América Latina y Europa ComercioExterior, vol. 51, núm. 6, México, junio de 2001
Integraciónagrícola regional en América Latina y Europa Miguel Izam y ValérieOnffroy de Vérèz Divisiónde Comercio Internacional y Financiamiento para el Desarrollo, CEPAL, Chile,<mizam@eclac.cl> y <vonffroy @eclac.cl>. Este trabajo forma parte deun ensayo más amplio. Por razones de espacio sólo se reproduce un capítulo.
Algunas experienciashistóricas Se revisan aspectos selectivosde la agricultura en el marco de algunos procesos formales de integracióneconómica regional en América Latina1 y en Europa.También se examinan ciertas iniciativas latinoamericanas en materia de cooperaciónagrícola.2 Incorporaciónde la agricultura en algunos procesos formales de integración en AméricaLatina Prácticamente desde su origen,la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) elaboróuna serie de conceptos centrales acerca de la integración económicaregional, algunos de los cuales tomaron cuerpo en 1951, cuando la Comisiónapoyó a los gobiernos centroamericanos para desarrollar la producciónagrícola e industrial y los sistemas de transporte a fin de promover la integraciónde sus economías y la formación de mercados más amplios medianteel intercambio regional de bienes.3 Sin embargo, el objetivo principal que la CEPAL sehabía trazado era colaborar en la constitución de un mercado regionallatinoamericano con base en el principio de la subregionalidad. Entre los fundamentosbásicos se reconocía la situación particular de la agricultura,entendiéndose que serían necesarias medidas de protección parasubsistir frente a la competencia extranjera, en particular en el caso de la producciónagrícola destinada al consumo interno. El marco general consistía enque, al facilitar la reducción de costos mediante la ampliación delos mercados y el fomento de la competencia, la integración económicaregional podría dar un impulso decisivo a las exportaciones industriales.4El planteamiento de la CEPAL de nuevo tuvo éxito, esta vez con la suscripcióndel Tratado de Montevideo de 1960, instrumento mediante el cual se establecióla Asociación Latinoamericana de Libre Comercio (ALALC). El insuficiente dinamismo que habíamostrado el proceso de la ALALC, así como la gravedad de la situacióneconómica latinoamericana, llevaron a que en 1965 el presidente de Chile plantearaciertas preguntas con vistas a activar el avance de la integración regional.5Una de ellas era que si bastaría la simple rebaja o la eliminaciónde los aranceles de aduana para conseguir en un lapso razonable la integraciónen materia agrícola. Esta pregunta consideraba la eventual necesidad de impulsaracuerdos de complementación para el sector agrícola a fin de estimularel mejor uso de la tierra con un más amplio abastecimiento de alimentos parala población y de materias primas para la industria, tomando en cuenta lapromoción de los procesos nacionales de reforma agraria. Más aún,se reconoce que el sector agrícola constituye un caso muy especial y se señalala necesidad de lograr los siguientes objetivos: aumentar la producción paramejorar la dieta alimenticia y abastecer de materias primas a la industria, disminuirlas importaciones e incrementar las exportaciones. Por último, se destacaque se requiere un programa de desarrollo de la producción y del intercambioagrícola de América Latina, en el cual tendría que prestarseespecial interés a la política de precios, debiéndose tambiénabarcar las inversiones necesarias para ponerlo en práctica. Esta iniciativaconstituyó una base importante para la suscripción del Acuerdo de Cartagenaen 1969, que dio luz al Grupo Andino (Pacto Andino). La experiencia centroamericanade integración Si bien el desarrollo económicoha sido uno de los objetivos explícitos de la integración centroamericana,6no se han establecido programas específicos para inducir una políticaagrícola propiamente tal, y lo fundamental se ha sometido al sector a losmecanismos de carácter general. Sin embargo, se ha tenido la posibilidad desuscribir protocolos especiales encaminados a trascender el ámbito de la liberalizaciónarancelaria, abarcando aspectos como la coordinación de políticas deabastecimiento y de sustentación de precios, la limitación del volumende las importaciones por medio de cuotas y el financiamiento del comercio.7Como consecuencia de limitaciones conceptuales e institucionales, se afirma que enel ámbito agrícola pudo haber una desarticulación entre laspolíticas nacionales y las iniciativas promovidas en escala subregional.8Así, no obstante el amplio potencial no explotado de comercio dentro del mercadocomún centroamericano, éste no se habría aprovechado como consecuenciade la actitud preferente por las importaciones procedentes de los paísesdesarrollados, más baratas debido a sus políticas de subsidios. Porúltimo, cabe subrayar que el concepto de abastecimiento regional9fue perdiendo relevancia, al ser gradualmente sustituido por el concepto de autosuficiencianacional. La Asociación Latinoamericanade Libre Comercio Aunque se ha interpretado que laintención del Tratado de Montevideo de 1960 en lo que se refiere al sectoragrícola habría sido estructurar un verdadero mercado regional sujetoa modalidades especiales de preferencias, promoción, regulación y abastecimiento,10en la práctica este proceso de integración privilegió el ámbitocomercial y sólo logró escasos avances en la definición de políticasagrícolas propiamente tales. Si bien se integró a los productos agropecuariosen la liberalización comercial, ello pudo haber respondido a la necesidadde incorporar lo esencial del intercambio al proceso de desgravación a finde cumplir formalmente con los requisitos exigidos por el GATT para constituir unazona de libre comercio. Con todo, cabe consignar que los logros en materia de liberalizacióncomercial fueron de poca envergadura. Por otra parte, a lo largo del proceso se hicieronalgunos esfuerzos importantes para dinamizar la integración. Uno de ellosse materializó en la Resolución 100, aprobada en 1965, que incluíaelementos de política de desarrollo que complementaban los compromisos comerciales.Respecto al sector agrícola, con dicho instrumento se buscaba coordinar yarmonizar las políticas agropecuarias nacionales, establecer normas para laorganización de los mercados de bienes agrícolas y definir orientacionespara mejorar la productividad. Sin embargo, la mencionada Resolución no seplasmó en la realidad. En suma, los resultados en materia de integraciónagrícola fueron más bien magros11 debido básicamentea la insuficiencia instrumental. La ALALC cesó de funcionar al ser sustituidapor la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI). Éstase constituyó mediante el Tratado de Montevideo de 1980 que se caracterizapor un ordenamiento jurídico-institucional muy distinto al anterior. La diferenciafundamental radica en que en el marco de la ALADI se fomenta la posibilidad de suscribiracuerdos parciales de diversa naturaleza en los que pueden participar a lo menosdos países socio, por lo que no son de alcance regional. La Asociación Latinoamericanade Integración Si bien este organismo de integraciónpretende constituir en el largo plazo un mercado común latinoamericano, suinstrumento más utilizado son los acuerdos de alcance parcial de complementacióneconómica,12 la gran mayoría de los cuales es de carácterbilateral. Básicamente, un acuerdo de alcance parcial de complementacióneconómica (AAPCE o ACE) propende al establecimiento de preferencias comercialeso a la liberalización total de los aranceles, es decir, la constituciónde una zona de libre comercio.13 La tendencia ha sido a suprimir las condiciones deexcepción de los productos agrícolas para incorporarlos a los programasde desgravación arancelaria. Cabe señalar que casi todos los acuerdosmencionados contienen un capítulo dedicado a la cooperación económica,donde se incluyen aspectos relacionados con la complementación agrícolay agroindustrial, así como con la sanidad agropecuaria. Por otra parte, elTratado de Montevideo de 1980, en su artículo 12, también estipulala posibilidad de establecer acuerdos de alcance parcial agropecuarios. Éstostienen por objetivo fomentar y regular el comercio agrícola intrarregionalconsiderando elementos de flexibilidad acordes con las características socioeconómicasde la producción de los países participantes. Hasta la fecha sólose han firmado dos de estos acuerdos, pero sólo uno ha funcionado de manerapositiva.14 La experiencia andina de integración El capítulo VII del Acuerdode Cartagena15 se consagra exclusivamente a los programas de desarrolloagropecuario.16 Es importante consignar que el articulado de dichocapítulo responde a la necesidad de impulsar el desarrollo agropecuario yagroindustrial conjunto e incrementar la seguridad alimentaria subregional. Hacereferencia de manera explícita a la formulación de programas comunesy acciones conjuntas en diversos ámbitos, como sanidad, desarrollo tecnológicoy conservación de los recursos naturales, entre otros. Se define que estospropósitos se conseguirán por intermedio de los organismos nacionales.Luego entonces el Acuerdo mencionado no consideraba constituir una políticaagropecuaria común propiamente tal. A lo largo del proceso se incorporaronlos productos agrícolas al programa de liberalización comercial y alarancel externo mínimo común, si bien con plazos más largos,aunque aparentemente insuficientes, para reducir los costos de ajuste frente a lacompetencia externa. Cabe consignar que, pese a losesfuerzos para constituir un mercado subregional, éste no ha logrado alcanzaruna importancia significativa en el total de las exportaciones agrícolas aterceros mercados. Además, no obstante los objetivos ambiciosos que se propusooriginalmente el Pacto Andino, "es necesario reconocer que el avance real enel tratamiento del régimen agropecuario ha sido magro".17Una de las causas de este bajo desempeño radicaría en la elevada homogeneidadde los sectores agrícolas de los países socio no sólo en loque toca a las estructuras productivas sino también a las problemáticassociales nacionales. Por ello parecería difícil llevar adelante unproceso de especialización productiva que tenga como resultado un incrementosignificativo del comercio agrícola recíproco. Con todo, cabe destacar que debidoen parte a la reciente profundización del proceso andino de integración,iniciativa que recibió un impulso importante en 1996, cuando el Pacto Andinose transformó en la Comunidad Andina,18 volvió a activarse en su seno la discusiónsobre una Política Agropecuaria Común Andina (PACA). Un fundamentocentral de dicha iniciativa arranca del deseo de retomar el tema de la seguridadalimentaria subregional. Los principales lineamientos de la PACA serían laprogresiva armonización de las políticas agropecuarias nacionales,la coordinación de una posición conjunta en las negociaciones agrícolasmultilaterales y el mejoramiento de los procedimientos para la aplicacióndel Sistema Andino de Franjas de Precios. El Mercado Común delSur El Mercado Común del Sur(Mercosur) se creó a partir de la firma del Tratado de Asunción en1991.19 El Mercosur implica la coordinación de políticasmacroeconómicas y sectoriales en diversas áreas, entre las cuales laagrícola figura con una importancia equivalente a la industrial, fiscal, monetariay de comercio exterior. Entre los instrumentos principales del proceso se encuentranel programa de desgravación arancelaria y el arancel externo común(AEC), los cuales se aplicarían a todo el universo arancelario de mercancías,si bien todavía se exceptúan algunos rubros.20Un tercer instrumento destacado en el Tratado son los acuerdos sectoriales. En elámbito agrícola, los sectores azucarero y arrocero aún no estánconsiderados en la liberalización del comercio recíproco ni en el AEC.En el caso del arroz, no obstante que se aprobó oficialmente un acuerdo sectorial,éste no se protocolizó en la ALADI, por lo que en la prácticano ha funcionado. Respecto al azúcar, aunque se han dado pasos importantespara crear un acuerdo sectorial, aún no se han obtenido frutos.21 Es importante destacar que de maneraparalela a la puesta en marcha de los mencionados mecanismos, el Tratado de Asuncióncreó un subgrupo de trabajo de política agrícola.22Al cabo de un largo período de estudios y deliberaciones dicha instancia recomendócambios o eliminaciones de medidas de política nacional de apoyo interno,entre las cuales destacan los créditos agrícolas con tasas de interéspreferenciales y las intervenciones estatales orientadas a mantener inventarios superioresa los estrictamente necesarios para garantizar la seguridad alimentaria. Sin embargo, sólo unos cuantosde estos asuntos se han materializado en normas específicas, dadas las reticenciasde los países miembro para incorporar algunas de ellas en sus legislacionesnacionales. Cabe señalar que las propuestas de desmantelamiento las impulsabásicamente Argentina. Este país, apoyándose en los compromisosmultilaterales en materia agrícola de la Ronda de Uruguay, busca la eliminaciónde las medidas de apoyo interno a la producción, principalmente las de lapolítica agropecuaria brasileña, con miras a establecer una base competitivamás equilibrada en el Mercosur.23 Esto último también estaría pensadoen relación con las exportaciones de bienes agrícolas hacia los mercadosde terceros países. Como consecuencia de la existenciade complementariedades bastantes claras en el sector agropecuario del Mercosur,24la integración regional ha provocado un importante aumento de los flujos decomercio de bienes agrícolas entre los países miembro. No obstante,éste ha tendido a concentrarse en unos pocos productos, principalmente avesy trigo.25 Esto indicaría la existencia de un amplio potencialpor desarrollar el comercio recíproco de bienes agropecuarios en el seno delMercosur. Iniciativasde cooperación agrícola en América Latina Organismos intergubernamentales En lo que sigue se examina la experienciaen materia de cooperación agrícola en el marco del Sistema EconómicoLatinoamericano (SELA), así como la correspondiente a dos instancias sectoriales:el azúcar y el banano. Sistema Económico Latinoamericano.El Convenio Constitutivo del SELA, firmado en 1975, se propone, entre otros objetivosplanteados en el capítulo II, estimular niveles satisfactorios de produccióny suministro de bienes agrícolas u otros productos básicos, con especialatención al abastecimiento de alimentos, así como acciones que favorezcanla coordinación y el suministro con miras a establecer una políticalatinoamericana en esta materia. Es importante precisar que en la prácticael trabajo del SELA se orientó preferentemente en la perspectiva de la seguridadalimentaria regional, de la coordinación de los organismos públicosnacionales encargados de la comercialización internacional de los bienes agrícolas,de la creación de empresas multinacionales constituidas por paísesmiembro y del fortalecimiento de la capacidad negociadora conjunta de sus sociosfrente a terceros, utilizando como argumento central el poder de compra regional. El instrumento principal de cooperacióndel SELA son los comités de acción. Se constituyeron varias de estasinstancias en el ámbito agrícola, si bien parece que sólo dosde ellas habrían tenido resultados relativamente satisfactorios: los comitésde acción de Fertilizantes y de Productos de Mar.26Es interesante resaltar que el primero permitió desarrollar un innovador procesode cooperación técnica y crear la primera empresa multinacional delSELA (Multifert, S.A.). Respecto al Comité de Acción de Productos deMar, éste llegó a constituirse en una figura de cooperaciónde carácter estable (Oldepesca), de naturaleza ministerial y con una ciertaautonomía que habría tenido alguna incidencia en los planes nacionalesde desarrollo. Por último, cabe subrayarque la constitución de empresas multinacionales de carácter regionalno tuvo todo el apoyo requerido de los países miembro del SELA, dado que algunosinterpretaban que eran una nueva forma de capitalismo estatal. En términosmás generales, es probable que la mayor desventaja a que se enfrentóel SELA en su primera década de funcionamiento haya sido la desproporciónentre las metas planteadas, la capacidad política nacional para apoyar lasacciones aprobadas y la voluntad política de los gobiernos participantes. Grupo de Países Latinoamericanosy del Caribe Exportadores de Azúcar. Este organismo, cuya sigla es Geplacea,fue creado en 1974 y actualmente lo integran 23 países de América Latinay el Caribe. De carácter intergubernamental, esta agrupación es básicamenteun foro de consulta y coordinación para adoptar posiciones conjuntas en lacomercialización internacional del azúcar. También fomenta lacooperación y la promoción de iniciativas para estimular el desarrolloarmónico de la cadena industrial azucarera. Unión de PaísesExportadores de Banano. Más conocido por sus siglas UPEB, este organismointernacional de carácter intergubernamental fue creado por los paíseslatinoamericanos productores y exportadores de banano. Entre otros propósitos,pretende facilitar la cooperación técnica, el intercambio y la divulgaciónde nuevas tecnologías relacionadas con el cultivo, el procesamiento, la comercialización,el transporte y la industrialización del dicho producto. Este organismo constituyóla Comercializadora Multinacional del Banano, conocida con el nombre de Comunbana. Organismos empresariales Cabe mencionar que durante losúltimos años ha surgido un número importante de organismos representativosde empresarios privados latinoamericanos de diversas áreas agrícolas.27Es importante destacar el creciente poder que estas instancias han tenido, en particularlas que agrupan a empresarios que producen en gran escala, para incidir en las decisionespolíticas de sus gobiernos, especialmente en lo referido a las negociacionescomerciales multilaterales, regionales, subregionales y bilaterales. Las actividadesagrícolas que han mostrado mayor cohesión son básicamente laavicultura y la elaboración de productos lácteos. La agriculturaen el proceso europeo de integración En Europa Occidental han coexistidoprincipalmente dos procesos de integración económica. El primero esla otrora Comunidad Económica Europea (CEE), hoy Unión Europea (UE);28el segundo es la Asociación Europea de Libre Comercio (AELC).29Cabe notar que ésta no considera la agricultura, por lo cual no se examinaen el presente trabajo.30 Por su parte, la CEE desde su origen aborda ampliamenteel tema agrícola. Si bien normativamente la PolíticaAgrícola Común (PAC) de la CEE surge en 1957 con la suscripcióndel Tratado de Roma, ella fue resultado de un proceso de maduración que sehabía iniciado casi una década antes. La PAC habría sido posiblebásicamente por tres razones: a] las costosas políticas agrícolasnacionales y la idea de que un mecanismo regional podría ser más eficazy menos dispendioso; b] el reconocimiento generalizado de la excepciónagrícola en los foros multilaterales, principalmente en el GATT, dondelos productos agropecuarios estaban excluidos de los compromisos de liberalizacióncomercial, y c] de carácter más subjetivo, estriba en que desde elpunto de vista europeo se tendía a concebir que una unión aduaneraera insuficiente para asegurar el desarrollo armonioso de una agricultura heterogéneadistribuida en un territorio de gran dimensión.31 Un primer intento de integraciónagrícola: el Green Pool El debate sobre la integracióneuropea de las políticas agrarias nacionales se planteó con fuerzaal inicio de los años cincuenta,32 tras la creación en 1951 de la Comunidad Europeadel Acero y del Carbón, también llamada Black Pool, compuesta por seisestados miembro: Bélgica, Francia, Alemania, Italia, Luxemburgo y los PaísesBajos. En esta perspectiva surge la idea de establecer un Green Pool, como "contrapartidanatural del Black Pool".33 En esa época se pretendía facilitary fortalecer la unificación política de los países participantesen el proceso mediante las integraciones sectoriales. En cuanto al sector agrícola,se propusieron planes ambiciosos para la agricultura, primero por Francia y despuéspor los Países Bajos.34 Las discusiones y negociaciones correspondientes35se ampliaron a la particiPACión de todos los países europeos occidentales,las que sin embargo no prosperaron debido a que "las diferencias entre elloseran demasiado acusadas para poder superarlas". En efecto, el proyecto de comunidadagrícola europea se habría contrariado por la diversidad de interesesen juego y por la actitud negativa tanto de los responsables gubernamentales comode los grupos de presión, básicamente los sindicatos de productoresagrícolas. No obstante lo anterior, habíaacuerdo en admitir que una política agrícola comunitaria debíacontribuir a asegurar una mayor estabilidad de los mercados agrícolas y unamejor asignación de los recursos productivos entre los países participantes.Cabe resaltar que hacia el término de las negociaciones, en 1955, los promotoresdel Green Pool se conformaron con metas menos ambiciosas. Sólo propusieronsobreponer al mercado nacional un mercado europeo que proveyera a los paísesparticipantes facilidades de exportación e importación para su comerciorecíproco de bienes agropecuarios. Así, los objetivos internos delproyecto quedaron reducidos a abolir las barreras aduaneras, suprimir las cuotas,armonizar los costos de producción y, finalmente, establecer una organizacióndel libre cambio en materia agrícola sin atentar contra el principio de soberaníanacional. En definitiva, la idea de una integración agrícola propiamentetal fue progresivamente abandonada en favor de la armonización de políticasagrícolas nacionales con miras a instaurar una cooperación agrícolaintergubernamental. En todo caso, si bien el GreenPool no llegó a concretarse, fue sin duda positivo que se plantearan algunaspreguntas iniciales de diversa índole que todavía son pertinentes.Desde un punto de vista institucional, ¿se trataría de establecer unacooperación intergubernamental o de constituir un proceso de integraciónde carácter supranacional? En el plano económico, ¿se buscaríaorganizar el conjunto de la producción y de los mercados agrícolaso solamente lo referido a los principales bienes agropecuarios del comercio recíproco?En el plano operacional, ¿se optaría por una vía sectorial opor un camino global válido para el conjunto de las actividades económicas?En relación con la importación de productos agrícolas procedentesde terceros países, ¿cuál sería el grado de preferenciaque un mercado común agrario otorgaría en favor de la producciónde los países miembro? La Política AgrícolaComún: la conferencia de Stresa Las preguntas formuladas en elpárrafo anterior tuvieron una respuesta formal y genérica en el Tratadode Roma,36 que comenzó a regir al inicio de 1958. Así,se consignaba que el mercado común abarcaría la agricultura y el comerciode los productos agrícolas.37 Además, se precisaba que se estableceríauna PAC cuyas metas principales38 serían aumentar la productividad, estabilizarlos mercados, asegurar los abastecimientos, garantizar un nivel de vida equitativoa la población agrícola y suministrar bienes agropecuarios a preciosrazonables.39 Es importante destacar que la PAC está al mismonivel que las políticas de comercio y de transportes, entre otras.40 Por otra parte, el Tratado estipulabaque con el fin de determinar las líneas directrices de la PAC se realizaríarápidamente una conferencia de los estados miembro para contrastar sus respectivaspolíticas agrícolas, estableciendo el balance de sus recursos y necesidades.41Dicha conferencia, a la cual asistieron las delegaciones ministeriales de los seispaíses participantes, se celebró en Stresa, Italia, en julio de 1958. A lo largo de la conferencia seexpresaron posturas marcadamente contrastantes entre las delegaciones nacionales.Cada una atendía la especificidad de su economía agraria y abogabapor incorporar al ámbito regional algunos componentes de su propia políticaagrícola, los cuales diferían por su grado variable de intervencionismo.42Mientras el discurso francés planteaba la necesidad de ampliar al ámbitocomunitario un modelo de organización de mercado agrícola similar alsuyo43 y de estrechar las relaciones comerciales agrícolasprioritariamente con sus socios africanos tradicionales, el planteamiento italianoponía el acento en contar con instrumentos para favorecer el desarrollo desu producción agrícola meridional.44 Por su parte,la delegación alemana requería mantener lazos con terceros países,especialmente con los de Europa Occidental, con la idea de crear una zona de librecomercio agrícola más extensa que el marco geográfico de losseis países. Por último, los países del Benelux45abogaban, con mayor o menor énfasis, por que los precios agrícolasfueran favorables a los consumidores. Por otra parte, es importante resaltarla gran heterogeneidad que al inicio de los años sesenta mostraban los sectoresagrícolas de los seis países mencionados. Aquélla se expresabano sólo en el tamaño de las explotaciones, sino también en elgrado de mecanización y los niveles de productividad. Por ejemplo, las explotacionesde menos de cinco hectáreas ascendían a 85% del total de las unidadesproductivas agrícolas en Italia mientras que el coeficiente correspondienteen Francia era de 35%. Análogamente, de la PEA total la proporciónocupada en la agricultura superaba un tercio en Italia, en tanto que era inferiora la décima parte en Bélgica. Asimismo, la participación delos productos agrícolas en las exportaciones totales cubría un rangoque iba de 33% en los Países Bajos a 3% en Alemania.46 Con todo y los marcados contrastes,al concluir la conferencia de Stresa fue posible acordar una resolución final,de lo cual destacan dos puntos. Primero, debía haber un equilibrio entre produccióny salidas por medio del mercado teniendo en cuenta las posibles exportaciones e importacionesy la especialización de acuerdo con las estructuras económicas y lascondiciones naturales. Segundo, el esfuerzo para elevar la productividad debíapermitir el establecimiento de una política de precios que evitara la superproduccióny a la vez hiciera posible seguir siendo o llegar a ser competitivos.47Con base en esta resolución final, las negociaciones continuaron en el marcoinstitucional de la CEE hasta que en 1962 se aprobaron los primeros reglamentos agrícolascomunitarios. Es importante consignar que laincorporación de la agricultura al proceso de integración europea tambiénobedeció a la necesidad de que los dos socios mayores de la CEE establecieranuna transacción política que consideraba la posibilidad de emprenderuna complementación económica funcional. Esa transacciónse realizó básicamente porque Alemania y Francia coincidíanen su interés por contar con un mercado cercano, estable y de dimensiónsignificativa para colocar sus respectivas principales exportaciones. En efecto,por un lado Alemania era importador neto de productos agrícolas pero teníaun gran potencial como fabricante de manufacturas y bienes de capital, mientras quepor otro lado Francia ya contaba con excedentes agropecuarios, en especial de cereales.48 Principales contenidos de laPolítica Agrícola Común Al inicio de la PAC la Europa delos seis era deficitaria respecto a sus principales productos agrícolas. Estasituación explica la importancia que se atribuyó al objetivo de aumentarla productividad del sector y modernizar las explotaciones agrícolas, lascuales en su mayoría eran de carácter familiar.49 Paralelamente a la definiciónde los objetivos de la PAC, se establecieron tres principios básicos parasustentarla: 1) la unicidad de mercado, es decir, la libre circulaciónde los productos agrícolas entre los países socio, la fijaciónde precios uniformes, la definición central de las intervenciones regulatoriasy el otorgamiento de ayuda comunitaria de diversa índole, actuando con independenciadel criterio nacional. 2) La preferencia comunitaria, con el propósitode fomentar los intercambios intracomunitarios. En este principio se sustenta laprotección en frontera del mercado comunitario respecto a las importacionesprocedentes del resto del mundo. 3) La solidaridad financiera, segúnla cual los gastos derivados de la PAC deben financiarse con el presupuesto comunitario.50 Los instrumentos principales dela PAC se ubican en dos ámbitos distintos: el interno y el externo, dondeéste se deriva directamente de aquél. En el plano interno las medidastienen tres orientaciones: a] con el propósito de fomentar la producciónagrícola se definen precios garantizados51 para lascadenas productivas, los cuales tienden a ser superiores a los internacionales; b]se pretende regular la oferta mediante ayuda directa a la producción agrícolao a la renta de los productores y el establecimiento de un sistema común dealmacenamiento, y c] se formula una política estructural con el fin de coadyuvaral proceso de modernización de las explotaciones agrícolas familiares.En el plano externo, la búsqueda de la autosuficiencia alimentaria y del incrementodel intercambio recíproco de bienes agropecuarios motivó cierta protecciónen beneficio del sector agrícola europeo frente al resto del mundo. Al respecto,los mecanismos más utilizados son las exacciones (impuestos) a las importacionesy los subsidios a las exportaciones.52 Es importante precisar que durante los primeros añosde aplicación de la PAC, los instrumentos tradicionales de intervenciónnacional se transfirieron al plano comunitario.53 A lo largodel proceso estos mecanismos han evolucionado con dinamismo. De hecho, la PAC seha enfrentado a dos grandes reformas, que se examinan más adelante. Es importante señalar lagran complejidad de la PAC, la cual se expresa fundamentalmente en dos niveles. Elprimero se refiere a la decisión de establecer precios uniformes, objetivoque entrañó un largo proceso de negociaciones cuya culminaciónrequirió la conciliación de intereses nacionales discrepantes. El segundose relaciona con las organizaciones comunes de mercado (OCM) dedicadas de maneraexclusiva a los bienes agrícolas, con autonomía respecto de los restantessectores productivos. Las OCM se diferencian por productos o cadenas productivas;en cada una se aplica un conjunto específico de medidas cuya amplitud y profundidaddependen del grado de protección que se quiera otorgar a la categoríade bienes que se desea beneficiar.54 Una implicación fundamental de esta complejidadson los significativos gastos públicos para la gestión de la PAC. Además,la ejecución de esta política sectorial habría generado "lasuperposición de un nivel administrativo y financiero supranacional a losniveles internos".55 Diferenciasy similitudes entre la integración agrícola latinoamericana y la europea Los casos latinoamericanos El sector agrícola yel libre comercio En términos generales elsector agropecuario de América Latina se ha incorporado a los procesos deintegración económica por medio, fundamentalmente, de la inclusión,con menor o mayor amplitud e intensidad, de sus productos en los programas de liberalizacióncomercial. En concreto, como consecuencia de las características estructuralesy principalmente de la naturaleza socioeconómica propia de la agriculturaregional, en todos los acuerdos o tratados vigentes se han incluido regímenesespeciales previstos esencialmente para evitar que el librecambio pleno provoqueel dislocamiento de las producciones nacionales.56 Esto ya sevio claramente desde 1975, cuando se indicó que "al examinar los problemasde la agricultura latinoamericana en un contexto de integración económicaaparecen algunas contradicciones fundamentales entre la idea de libertad irrestrictapara el comercio de productos agrícolas y el desarrollo del sector".57 Asimismo, se diagnosticóque el desarrollo agrícola de los países participantes de un procesode integración se vería obstruido si este último pretendíabásicamente constituir una zona de libre comercio sin adoptar medidas sectorialescomplementarias. Estos obstáculos surgían por tres razones principales:1)se creaban nuevas o se acentuaban antiguas disparidades intrasectoriales,dado el mantenimiento de una estructura productiva dual, basada en la coexistenciade un sistema productivo moderno, orientado a la exportación, con uno menosevolucionado, frecuentemente de subsistencia, destinado al abastecimiento interno.2)Los efectos dinámicos de la liberalización comercial en beneficiodel sector agrícola eran menos evidentes que en el industrial, el cual presentabamayores perspectivas para el aprovechamiento de las economías de escala. 3)Laproducción agrícola regional no había podido satisfacer el incrementode la demanda sectorial, en parte porque los modelos productivos no se modificaronlo suficiente. Lo anterior llevó a explicar que el crecimiento del comercioagrícola intrarregional fuera bastante menor que el de las importaciones deorigen extrarregional. Respecto a que un proceso de integraciónque pretendiera básicamente la constitución de una zona de libre comercioiría en detrimento del desarrollo agrícola, ya se había señaladoque la liberalización del mercado de bienes agrícolas podíaacarrear como consecuencia "el fortalecimiento de las inequitativas estructurasvigentes, la continuación del estado de desintegración nacional [...]y el agravamiento de las condiciones de vida de buena parte de la poblacióncampesina".58 Tales argumentos llevaron a que Schatan se preguntarasi era oportuno o no iniciar un proceso de integración antes de que se hubieseneliminado las causas del subdesarrollo rural en cada país latinoamericano. Más de una décadadespués se consideraba que la incorporación de la agricultura en losprocesos formales de integración no había sido ni intensa ni exitosay que los numerosos ensayos frustrados habían incidido de manera negativaen cualquier nuevo esfuerzo al respecto.59 Más o menos por el mismo tiempo se destacabaque los procesos de integración no habían contribuido de manera significativaal objetivo de incrementar el nivel de autoabastecimiento alimentario regional. Enefecto, tal punto de vista se sustentaba en que no permitieron crear las condicionesnecesarias para sustituir en gran medida importaciones agrícolas procedentesde terceros países por bienes originados en la propia región. Así,aunque eran varios los bienes agrícolas cuyo comercio se hubiera podido reorientarhacia la propia América Latina,60 dicho propósito no llegó a concretarse,básicamente por las siguientes razones: 1) los precios regionales noeran competitivos con los de los mercados internacionales.612) Se desconocían las normas operativas de comercializaciónempleadas por los organismos nacionales. 3) No había claridad respectoa los excedentes y las necesidades de los países de América Latina.4) Se carecía de mecanismos financieros de carácter preferencial.5) La escasa eficiencia de los mecanismos regionales de arbitraje comercial.6) La insuficiencia en materia de infraestructura y en los sistemas de transportesen escala regional. 7) La aplicación sistemática de barrerasno arancelarias.62 Dado que la mayoría de lospuntos señalados en los párrafos anteriores está vigente enla actualidad, cabría formular la siguiente pregunta: ¿un proceso deintegración que trascienda la pura liberalización comercial podríacontribuir a resolver los problemas derivados del subdesarrollo agrario mediantela formulación de una política agrícola común? Para respondera esta pregunta hay que examinar la forma que adoptan las realidades agrícolasnacionales en un marco conjunto de escala regional. La integración regionalcomo factor de reproducción o de resolución de los problemas agrícolasnacionales En términos generales seadmite que los fines de la integración agropecuaria se han incorporado a losobjetivos globales de la integración económica regional cuyo propósitobásico ha sido coadyuvar al logro de un mayor desarrollo económico.Por tanto, no extraña que el predominio de la industria en las estrategiasde desarrollo nacionales se haya traducido hasta mediados de la década delos setenta en que los procesos de integración pusieran especial atenciónen el sector industrial, alrededor del cual giraron todas las acciones. Además,se afirmaba que no había consenso en cuanto a si en la región podíahablarse con propiedad de un menor grado de desarrollo agrícola relativo,puesto que en todos los países coexistían áreas de desarrolloagrícola avanzado y regiones atrasadas o deprimidas, incluso en una mismaactividad o cultivo en un mismo territorio.63 Así, en la medida en que el dualismo agrarionacional se ampliaba en escala regional, no era posible que en el proceso de integracióneconómica se otorgara un trato preferente al sector agrícola de lospaíses de menor desarrollo relativo. Tampoco se aplicaron medidas comunesde carácter selectivo dirigidas a la parte más rezagada de los sectoresagrícolas de cada uno de los países socios. A la luz de lo anterior, seríapreciso destacar que, más allá de las características institucionalesy operativas propias de cada proceso de integración económica, lasdiferencias que se advertían en el desarrollo global y agrícola delos países de la región comprometidos con políticas de cooperacióne integración eran vistas como el principal factor limitante del avance delos procesos de integración. En suma, la heterogeneidad de las agriculturasnacionales habría frenado el desarrollo de la integración económicalatinoamericana, dada su opción básicamente librecambista. Asimismo,tampoco la integración regional habría contribuido a reducir el dualismoagrario que todavía caracteriza a los países de América Latina. Por otra parte, los acuerdos deintegración, al concentrarse en los aspectos tarifarios, no pudieron obtenerresultados muy exitosos en materia de comercio agrícola recíproco.En efecto, debido a la alta intervención de los estados en la organizacióny el manejo de los sectores agrícolas nacionales, los flujos de comercio deestos bienes eran poco elásticos a las disminuciones de precios resultantesde reducciones o eliminaciones de barreras arancelarias. En definitiva, al evaluarse, amediados de los años setenta, la integración agrícola ya seseñalaba que el aumento del poder de compra de muchos sectores de la población,todavía excluidos del circuito económico, constituía un imperativosociopolítico que aumentaría de manera notable la dimensiónreal del mercado regional para los productos agrícolas. Asimismo, se fortalecíala idea de destacar el papel de la integración en materia de desarrollo agrícola,subrayándose los esfuerzos para lograr un mejor empleo de los recursos productivospor medio de la especialización y de la complementariedad, así comodel aprovechamiento de las ventajas comparativas naturales y dinámicas. Respectoal largo plazo se planteaba que debería concluirse en una etapa de concertacióndel desarrollo agrícola regional. Más en detalle, se afirmaba que unapolítica de integración agrícola propiamente tal no deberíalimitar sus objetivos a la sustitución de mercados, sino concentrarse en dinamizarla demanda interna con medidas focalizadas para que los productores y los asalariadosagrícolas obtuvieran una mayor y más justa participación enel reparto de la riqueza que contribuían a crear. Por último, se concluíaque la integración agrícola tendría que considerarse en el entornomás amplio de la integración rural y que deberían examinarsemuy atentamente las modificaciones de las relaciones intersectoriales surgidas deun proceso de integración. Así, a la integración agrícolale correspondería cumplir fundamentalmente el papel de elemento inductor deldesarrollo, en especial para la realización de las transformaciones estructuralesde las economías de los países socios. No obstante estas formulacionesconceptuales, el desempeño de la integración agrícola no habríamostrado avances significativos en la década de los ochenta.64 En la década de los noventase planteó la necesidad de revarolizar el aporte de la agricultura a la reactivacióneconómica y al desarrollo de América Latina. Esta revalorizaciónestaría sustentada, por un lado, en la natural gravitación de ese sectoren las economías de la región y, por otro, en que el proceso de aperturaya iniciado significa, en la práctica, un fortalecimiento de los sectoresque cuentan con ventajas comparativas naturales, como es el caso del rubro agrícola.65En esta perspectiva, la transformación de la estructura productiva agropecuariasugeriría la necesidad de revalorizar los acuerdos de integración regionaly subregional como mecanismos que facilitan el fortalecimiento de la competitividadde las agriculturas nacionales.66 Cabe señalar que durante los años noventael comercio intrarregional latinoamericano se intensificó y que el incrementomás notable ocurrió en el sector agropecuario. Ejemplo de ello es que,en relación con el total de las exportaciones intrarregionales de bienes,las de productos agropecuarios pasaron de 7% en 1987 a 18% en 1995.67 La integración agrícolaactual: entre el libre comercio y la política común A lo largo de la décadade los noventa se han ido perfilando con nitidez dos tendencias polares en el avancede la integración agrícola de América Latina, las cuales tienensus correspondientes representaciones en el Mercosur y en la Comunidad Andina. Porun lado, desde un punto de vista formal, el primero se ha planteado la liberalizaciónarancelaria y no arancelaria de todo el universo de productos, incluidos los agrícolas.68Además, si bien no se prevén medidas comunes de apoyo al sector agropecuario,69sí se han logrado ciertos avances en la armonización de las normassanitarias, fito y zoosanitarias. Por otro lado, cabe reiterar la intenciónde la Comunidad Andina de constituir una PAC andina, luego de un largo proceso degestación. El principal fundamento de la PACAsería el de constituir un programa subregional de seguridad alimentaria,compuesto básicamente por la armonización de políticas agrícolasy la ejecución de programas conjuntos adecuadamente financiados por la subregión,todo ello en el marco de una política común.70En esta perspectiva, dado que el potencial agrícola subregional habríapermanecido subexplotado debido a las políticas nacionales inspiradas en elproteccionismo industrial, la seguridad alimentaria sería compatible con laaplicación de políticas orientadas a elevar la competitividad internacionaldel sector agropecuario subregional, así como con la necesidad de disminuirla dependencia alimentaria de la Comunidad Andina. Luego entonces, una políticade seguridad alimentaria tendría que ver con todos los instrumentos de lapolítica agropecuaria: infraestructura, tecnología, insumos, precios,comercio exterior e inventarios. Es importante destacar que la dependenciaalimentaria de la Comunidad Andina no ha disminuido de manera significativa y queen la actualidad el comercio agrícola intrarregional sigue siendo marginal.Al respecto, es ilustrativo señalar que del total de sus importaciones debienes agropecuarios y agroindustriales, las de origen subregional son inferioresa cinco por ciento. Por último, en términosgenerales sería posible concluir que el ritmo de avance de la integraciónagrícola ha estado condicionado por el desarrollo global de la Comunidad Andina.En efecto, si bien ambos procesos se estancaronen los años ochenta, en ladécada siguiente la integración andina registró un renovadoimpulso, el cual podría inducir efectos positivos en materia agrícola.Como se señaló, de acuerdo con la voluntad política manifestadapor los representantes de los países miembro, serían altas las posibilidadesde que dentro de poco pueda constituirse una PACA.71 El caso de Europa Desde un punto de vista intelectual,todavía sería válido preguntar: "¿ha creado la PACuna situación mejor de la que se habría producido con 12 políticasnacionales independientes? Francamente, ya no estamos seguros."72Aunque es difícil contestar de manera tajante la anterior pregunta, habríaargumentos relativamente claros que apuntarían a cada uno de los dos sentidosposibles de la respuesta. La transformación delas agriculturas europeas: algunos costos y beneficios de la Política AgrícolaComún Gracias a la PAC se han alcanzadovarios logros importantes. En términos generales las medidas agrícolasnacionales se han fundido en una política común y se ha conseguidoconsolidar un mercado común de productos agrarios. Al respecto, el comercioagrario entre los estados miembro se ha expandido de manera notable.73Además, la puesta en marcha de la PAC ha provocado importantes cambios estructurales:disminución del número de agricultores, aumento del tamaño mediode las explotaciones e incremento de la producción agrícola. Así,"rápidamente, el modelo productivista se impone, la agricultura europease moderniza, el aumento de la productividad agrícola es superior al de laindustria".74 Concretamente, podría afirmarse que el "éxitode la integración agrícola de la CEE debe encuadrarse en un fenómenoglobal de integración. El desarrollo agrícola a alto nivel de tecnificacióndispuso de los insumos y bienes de capital que proveería una industria deavanzada. Esta industria vio incrementada su demanda a raíz del crecimientode la agricultura protegida."75 Con respecto a los estados miembro,la PAC ejerció una influencia positiva en cada uno de ellos, si bien de maneradiferenciada, dado que en algunos casos la especialización agrícolase ha producido con base en ventajas comparativas naturales iniciales, mientras queen otros en aquellas desarrolladas artificialmente. Dos ejemplos significativos queilustran respectivamente esta situación son Francia, con una dotaciónprivilegiada de recursos, y Alemania, que gracias a sus altos precios de sostenimientoha logrado crear las condiciones necesarias para expandir su producción agrícola.76En otros casos, ciertos países con escasa dotación de recursos naturaleslograron especializarse en la transformación de algunas materias primas agrícolasprocedentes de terceros países y sujetas a un arancel inferior al del productoelaborado. Esto con el objeto de exportar los bienes finales correspondientes alresto de los países de la Unión Europea en condiciones preferenciales.Un ejemplo destacable es el de los Países Bajos, que importan directamenteen su puerto de Rotterdam los principales productos sustitutivos de cereales tradicionalesa precios internacionales.77 Por otra parte, la progresiva incorporaciónde países a la Unión Europea ha planteado desafíos importantespara la PAC, toda vez que ha sido necesario ampliar la protección a nuevosproductos agropecuarios y otorgar ayuda financiera a nuevas zonas de cultivos, procesoque no ha estado libre de dificultades. Esto puede ilustrarse respectivamente mediantela integración de los bienes agrícolas mediterráneos y de losterritorios fríos de los países escandinavos.78Otro desafío de envergadura surgió cuando el Reino Unido negociabasus condiciones de adhesión en 1972 y exigió mantener, al menos transitoriamente,su derecho a importar de manera preferente algunos productos agrícolas, comoazúcar y lácteos, de sus antiguas colonias para evitar una desviaciónde comercio que no deseaba. En relación con los agricultores,se reconoce que gracias a la PAC se ha logrado cierta equiparación de la rentaagrícola con los ingresos del resto de la economía.79Asimismo, también se habría alcanzado el objetivo de erradicar la pobrezarural. No obstante lo anterior, cabe subrayar que la mayor parte de los subsidiosde la PAC ha tendido a beneficiar a los grandes productores agrícolas de elevadaproductividad. En efecto, un informe oficial de la Unión Europea ha cuantificadoque 80% de las ayudas financieras otorgadas mediante la PAC ha favorecido sóloal 20% más rentable de las explotaciones agrícolas.80 Paralelamente, en términosgenerales, las diferencias de protección otorgadas a los productos agrícolashan desempeñado un papel importante al favorecer a algunas cadenas de bienes,principalmente cereales, leche y carne de vacuno,81 en detrimentode otros, como el vino y las frutas, por ejemplo. Ciertamente esto ha tenido efectosdiferenciados entre productores, regiones y países de la Unión Europea.Así, en la medida en que la distribución de los beneficios de la PACno ha sido lo suficientemente equitativa, ésta no ha coadyuvado como se esperabaal objetivo de la cohesión económica y social.82Con todo, es importante destacar que en las recientes modificaciones de la PAC hahabido la preocupación por distribuir de manera equitativa las transferenciasmonetarias concedidas a los agricultores; ello principalmente mediante la búsquedade una concentración más precisa de las mismas en favor de los productoresagrícolas más pequeños. Los consumidores se han beneficiadode un abastecimiento alimentario seguro pero también se han dado pasos importantesen la calidad sanitaria y nutricional de los productos adquiridos, si bien todavíapersisten algunas deficiencias. Asimismo, es destacable el avance en materia de protecciónal consumidor, al contarse con una estructura institucional común que lesgarantiza sus derechos. Sin embargo, el costo de la PAC han tenido que solventarlolos propios consumidores comunitarios, en un doble sentido: como contribuyentes ypagando precios mayores que los internacionales por los bienes alimenticios. Porotra parte, se ha observado que si bien los precios de garantía estánacercándose a los mundiales correspondientes, estas rebajas más queexpresarse en una reducción de los precios al consumidor, están siendocaptadas y mantenidas principalmente por las empresas transformadoras y las comercializadorasde bienes agropecuarios.83 Por último, la PAC no habríaresuelto algunas cuestiones ligadas a ella, como las relacionadas con el equilibriode los mercados agropecuarios. Hay consenso entre quienes señalan que desdemediados de los años setenta el sistema de precios de sostenimiento ha provocadoun aumento de la producción superior a las capacidades del mercado internopara absorberlo. En consecuencia, la exportación se convirtió en lasalida necesaria para los excedentes, lo que ha generado tensiones internas y externas.Por un lado, exacerbó la competencia internacional en un momento en que losmercados agrícolas mundiales estaban saturados. Por otro, durante los ochentael crecimiento de la producción europea entrañó un extraordinarioaumento de los gastos presupuestarios de la Comunidad debido al creciente aumentode las restituciones a la exportación y a la ampliación de los almacenamientospúblicos.84 Esto pudo haberse relacionado con "el nivel deautosuficiencia en alimentos y piensos que la Comunidad considera óptimo.Todo el debate sobre los excedentes y su reducción ha tenido lugar a faltade cualquier consideración sobre la dimensión agraria que se deseaalcanzar."85 La Política AgrícolaComún y la construcción de la Europa comunitaria A pesar de que la mayoríade los puntos señalados en el apartado anterior todavía genera controversia,hay un consenso bastante claro en cuanto a reconocer que la PAC ha tenido un papelpionero en la construcción europea, al menos en cuatro planos distintos. Primero,en el económico, gracias a la instauración de las OCM, la libre circulaciónde productos agrícolas se logró en un plazo menor al planificado inicialmente,lo que permitió adelantar la instauración de la unión aduanera.Segundo, en el plano institucional, la gestión de los mercados agrícolas,de competencia comunitaria, ha sido un elemento decisivo para el surgimiento de unpoder ejecutivo supranacional. Además, el proceso de toma de decisiones delórgano máximo de la CEE, al enfrentarse con posturas agrícolasnacionales antagónicas, fue adaptándose de manera oportuna para respondera los desafíos que planteaba la resolución de los conflictos entresus estados miembro. Por otra parte, la PAC se benefició de un marco normativoautónomo que consagra su carácter derogatorio por sobre los principiosgenerales del mercado común. En efecto, dado que una gran parte de los primeroscasos que abordó el Tribunal de Justicia se refería a cuestiones agrícolas,su resolución no sólo permitió consolidar la supremacíade las normas agrícolas por sobre las restantes reglas que componen el derechocomunitario derivado, sino también sentar jurisprudencia en la delimitacióndel poder entre el ámbito nacional y el comunitario. Tercero, en el planofinanciero, el incremento progresivo de los gastos agrícolas hizo que la CEEconstituyera su propio sistema de obtención de recursos tributarios con elfin de autofinanciarse.86 Cuarto, en el plano monetario, el propósitode evitar que las fluctuaciones de los tipos de cambio nacionales distorsionaranel sistema de precios agrícolas uniformes fue un impulso decisivo para establecer,en una fase inicial, cierta estabilización monetaria y luego mecanismos monetarioscomunes vinculantes, antecedentes fundamentales de la moneda única.87En suma, la PAC habría tenido un papel de motor en la construcciónsupranacional en la medida en que ha constituido un poderoso factor de integraciónjurídica y económica, así como un banco de ensayo de las institucionescomunitarias.88 Una conceptualizaciónde la Política Agrícola Común A principios de los añosnoventa se intentó conceptualizar el proceso europeo de integracióneconómica regional. Este esfuerzo intelectual, a partir de una observaciónempírica de la construcción comunitaria, se enfoca desde la perspectivade la supranacionalidad. En términos generales, se acepta que la fase inicialde una dinámica de integración pasaría estratégicamentepor la apertura recíproca de las economías participantes, es decir,la eliminación de normas nacionales, básicamente para establecer ellibre comercio entre los países socios. A la primera fase de esta estrategiase le denomina enfoque negativo de la integración ya que insiste especialmenteen la desregulación, es decir, en la eliminación de las barrerasinteriores y en que las políticas supranacionales se apliquen sóloen términos de normas prohibitivas vinculantes para los gobiernos nacionales.89La segunda etapa de dicha estrategia correspondería al momento en que la coordinaciónentre los estados miembro llegue a materializarse en normas supranacionales y enla aceptación de mecanismos comunes vinculantes. Esta fase se ha denominadoenfoque positivo de la integración ya que recalca que la supresiónde barreras debe ir acompañada de una coordinación estricta de laspolíticas nacionales y de su sustitución, parcial o total, por medidasaplicadas en escala supranacional (re-regulación).90 En el caso específico dela agricultura se ha señalado que las "dos dicotomías, integraciónpositiva/negativa y desregulación/re-regulación, pueden resultar útilespara analizar la aparición y el desarrollo de la PAC, que ha representadoel ejemplo más importante (y durante mucho tiempo el único) de integraciónpositiva de la Comunidad. En efecto, desde el inicio de la CEE, la PAC se haconcebido o al menos justificado como la piedra angular de todo el edificioeuropeo, con plena delegación de las competencias nacionales en la Comunidadpara la aplicación de una intervención generalizada en el mercado".91En suma, en la integración europea la PAC habría sido el mayor ejemplode una regulación común, realizada mediante la desregulaciónprogresiva de las legislaciones nacionales correspondientes y, simultáneamente,el desarrollo de mecanismos supranacionales vinculantes. Sin embargo, al observar su evolución,la PAC estaría perdiendo su papel de piedra angular del proceso de integracióneuropea. En efecto, las dos mayores reformas de la PAC,92partiendo de la doble necesidad de reducir el peso excesivo de los gastos agrícolasen el presupuesto comunitario y de dar respuesta a las presiones internacionalessurgidas en escala multilateral, tienen dos objetivos básicos. Por un lado,disminuir el nivel de los precios garantizados a fin de que converjan con los internacionalesy reducir significativamente los subsidios a la exportación. Por otro lado,desvincular de la producción agrícola las ayudas financieras.93Luego, estas reformas, al plantearse cierto desmantelamiento de algunas medidas depolítica común, podrían interpretarse como las primeras señalesdel "ocaso de la PAC". Quienes coinciden con este punto de vista afirmanque las medidas de desvinculación impulsadas por las reformas podríanllevar a un escenario en el que las políticas agrarias de la UniónEuropea, más pronto o más tarde, se renacionalicen y que el papel dela PAC en la regulación de los mercados tenga cada día menor importancia.Ello sería así porque la aplicación de las medidas desvinculadasse haría de forma descentralizada por cada Estado miembro, manteniendo enel nivel central el control de su aplicación. Es interesante añadirque, respecto al financiamiento presente y futuro de la PAC, se ha llegado inclusoa poner en tela de juicio el principio de solidaridad financiera.94En consecuencia, si bien podría afirmarse que en el marco de las dicotomíasanteriormente formuladas la PAC se movería hacia un enfoque negativo de laintegración, en la actualidad el debate suscita controversias sustantivasy aún está lejos de concluirse. Una síntesiscomparativa Respecto a la incorporaciónde lo agrícola en los procesos for-males de integración, el caso europeoconcede a la PAC un estatus especial en el edificio comunitario, mientrasque en los procesos latinoamericanos puede señalarse que en materia agrícolano ha habido la suficiente autonomía conceptual, operacional e institucional.En lo conceptual, porque los productos agrícolas se fueron sometiendo a losprogramas generales de liberalización pensados básicamente para losbienes industriales. Así, el sector agrícola resultaba funcional alsector industrial, proveyéndole insumos a menor precio. En lo operacional,dado que la agricultura no contó con medidas positivas de apoyo, excepto lasque se orientaron a darle viabilidad a la liberalización comercial. En loinstitucional, debido a que las instancias dedicadas a las cuestiones agrícolas,cuando existieron, no tenían capacidad resolutiva ni ejecutiva para asuntosimportantes. Lo anterior puede ilustrarse alconsiderar el ámbito financiero. En efecto, como se señaló,en el caso europeo se ha podido contar con los recursos necesarios para poner enmarcha la PAC en toda su amplitud y complejidad. Por lo mismo, el gasto financieroasociado a lo agrícola llegó a ser de tal magnitud95que su inevitable reducción generó importantes conflictos entre losestados miembro de la Unión Europea. Por su parte, los recursos financierosque en general las secretarías de los acuerdos latinoamericanos de integraciónhan asignado a la agricultura han sido muy exiguos; incluso los destinados al estudiode los problemas del sector han sido calificados de manifiestamente escasos. Al respecto,conviene señalar que esta escasez se derivaba del nivel económico delos países participantes, así como del grado de voluntad políticapara otorgar un tratamiento común a la problemática agrícola. El tema del autoabastecimientoalimentario regional está presente tanto en la experiencia de integraciónagrícola europea como en las latinoamericanas. En el caso de la CEE este objetivofue explícito, convirtiéndose en el eje central de la PAC, presuntamentea causa de las secuelas de la segunda guerra mundial. Para lograr un alto nivel deseguridad alimentaria era fundamental organizar y liberalizar el mercado agrícolainterno, pero también establecer una protección en frontera consideradaimprescindible para que la renaciente agricultura europea elevara su competitividad.De manera progresiva, la PAC llegó a generar importantes excedentes agropecuariosque se volcaron, por una parte, a los mercados internacionales a precios subsidiadosy, por otra, a algunos países de bajos ingresos como ayuda alimentaria. Deesta forma la PAC habría contribuido a la desarticulación de las economíasrurales de los países en desarrollo. Así, a pesar de que en el origende la CEE el discurso europeo planteaba fomentar la estabilización de losmercados agrícolas mundiales, en la práctica la PAC coadyuvó,junto a otros países industrializados, a distorsionar los precios internacionalesde los productos agropecuarios. En contraposición a la experiencia europea,tanto en las iniciativas de cooperación agrícola como en los procesosde integración de América Latina, la búsqueda de mayores nivelesde seguridad alimentaria regional es un objetivo que se va desdibujado, excepto enel caso de la Comunidad Andina, donde dicho concepto se ha revalorizado recientemente. Por otra parte, la congruenciay el dinámico desarrollo de la PAC ha permitido consolidar un proyecto delargo plazo, el cual ha posibilitado una distribución relativamente equilibrada,si bien perfectible, de los costos y beneficios, temporales y espaciales, derivadosde la integración. Esto contrasta con la realidad observada en AméricaLatina, donde la casi ausencia de políticas agrícolas orgánicasestables en el tiempo ha limitado la programación agrícola de medianoy largo plazos, ha reducido las posibilidades de desarrollo del sector y ha restringidola alternativa de estructurar un enfoque regional sobre el tema agropecuario. Además,tal ausencia explicaría en gran parte la dificultad que ha habido en AméricaLatina para incorporar adecuadamente al sector agrícola al circuito económicoglobal, en el doble sentido de impulsar su demanda de productos manufactureros finalesy de insumos intermedios, no sólo en el ámbito regional sino inclusoen el nacional. En cambio, la creación de mercado ha sido un hecho indiscutiblede la PAC. Otro elemento contrastante sería que en el caso europeo ha habidouna mayor preocupación que en América Latina por favorecer las condicionesfinancieras de las explotaciones agrícolas pequeñas y medianas. Respecto a la participaciónde los actores agrícolas privados en los procesos de integración estudiados,se ha observado que en América Latina las pequeñas y medianas empresasagrícolas, al igual que las cooperativas, desconocen las posibilidades quebrinda el proceso de integración, tanto en materia de incentivos arancelarioscomo de financiamiento. Si bien en los últimos años este fenómenose ha modificado positivamente, su evolución parece indicar que los productoresagrícolas con mayores posibilidades de beneficiarse del proceso de integraciónserían los grandes y modernos, realidad que también parece observarseen la experiencia europea, lo que podría contribuir a que el dualismo agrarioen ambas regiones fuese más marcado. En el caso de la CEE es importante recalcarque los principales gremios agrícolas se estructuraron de manera activa desdeel mismo inicio de la PAC para influir en sus objetivos y en su orientación.96 Por último, se observa queen la integración latinoamericana se ha utilizado muy poco el criterio deotorgar a un país un tratamiento diferenciado con base en su desarrollo agrícola.En cambio, en la aplicación de la PAC el tratamiento diferenciado prevémúltiples niveles, básicamente por país, por región,por tipo de producción y por categoría de productores, todos los cualesse han financiado con el presupuesto comunitario. Así, esta diversidad instrumentalse derivaría de la profundidad de la integración pretendida y por tantodel carácter supranacional de la PAC, claramente distinto al preponderantementeintergubernamental de la integración agrícola de América Latina.Cabe señalar que las dinámicas recientes de las dos regiones indicaríanque estas diferencias históricas de carácter se podrían ir atenuando.En efecto, mientras que en la Unión Europea se abre la discusión acercade la renacionalización de las políticas agrícolas, enAmérica Latina la Comunidad Andina llevaría la delantera al comenzara plantearse la constitución de una PACA, eventualmente supranacional. Otratendencia reciente que mostraría un área de similitud entre las dosregiones es que el acento en materia de política estaría pasando delámbito propiamente agrícola hacia una visión rural másamplia. En el caso europeo, esta nueva perspectiva se estaría utilizando comoun argumento adicional para darle mayor legitimidad y credibilidad al gasto públicogenerado por la PAC. Por su parte, en los países latinoamericanos la consideraciónde la dimensión rural básicamente se está pensando en el marcode las políticas nacionales. Notas al pie 1. No se incluyela experiencia de la integración del Caribe.Regresar a nota 1 2. Para toda estasección se consultaron los textos de los tratados originarios de los acuerdosde integración estudiados.Regresar a nota 2 3. CEPAL-FAO, "Integracióny cooperación económica: el caso de la agricultura y la alimentacióny sus relaciones con las políticas económicas en el ámbito nacional"(RLAT 803/9), documento preparado por Augusto Bermúdez para la consulta CEPAL/FAOde expertos sobre estilos de desarrollo y políticas agrícolas, Santiago,Chile, septiembre de 1983.Regresara nota 3 4. Ibid.,p. 15.Regresara nota 4 5. E. Frei Montalvasolicitó a R. Prebisch, J.A. Mayobre, F. Herrera y C. Sanz de Santamaría,que elaboraran propuestas encaminadas a dinamizar el proceso de integracióneconómica regional.Regresara nota 5 6. Que tuvo suorigen al establecerse el Mercado Común Centroamericano en diciembre de 1960.Regresara nota 6 7. Cabe destacarel Protocolo Especial sobre Granos Básicos firmado en 1965, que se refierea arroz, maíz, frijol y sorgo. Después de algunos años de funcionamientose intentó que este Protocolo también promoviera el desarrollo de unmecanismo de pronósticos de cosechas con miras a constituir un sistema decompras a futuro.Regresara nota 7 8. CEPAL - FAO,op. cit., p. 19.Regresara nota 8 9. En 1974 se aprobóel Plan de Acción Regional para el abastecimiento y producción de granosbásicos, el cual no llegó a concretarse.Regresar a nota 9 10. Raymundo BarrosCharlin, "El marco jurídico de la integración agrícola'',en José Garrido Rojas, "La agricultura en la integración latinoamericana",Nuevas perspectivas de la integración latinoamericana, vol. II, EditorialUniversitaria, Santiago, Chile, 1977.Regresar a nota 10 11. No obstanteque un logro significativo en este ámbito fue la incorporación de nuevosproductos al comercio recíproco, especialmente de bienes agroindustriales(conservas).Regresara nota 11 12. Actualmenteson más de 40.Regresara nota 12 13. Con la solaexcepción del ACE núm. 18, que pretende la constitución delMercado Común del Sur (Mercosur).Regresar a nota 13 14. Se trata delacuerdo para la liberación y expansión del comercio intrarregionalde semillas suscrito en 1991, en el cual participan todos los países miembrode la ALADI menos México. Pese a que se enfrentaron algunos problemas institucionalesy administrativos, desde un punto de vista técnico se han logrado avancessignificativos, el principal de los cuales tiene que ver con la armonizaciónde las normativas nacionales a fin de hacer más fluido el comercio recíprocode semillas. Por otra parte, el segundo de los acuerdos agropecuarios data de 1984y fue firmado por Argentina y Uruguay. Aunque todavía está formalmentevigente, sus logros han sido muy limitados, en especial porque se concibióde manera coyuntural, para resolver un problema puntual vinculado al ganado argentino.Además, cabe añadir que no han prosperado los intentos para establecer,entre todos los miembros de la ALADI, un acuerdo para constituir un sistema comúnde franja de precios aplicable a las importaciones de bienes agrícolas.Regresara nota 14 15. Cuyo artículo1 estipula que el proceso de integración andino se hará con miras ala formación gradual de un mercado común latinoamericano.#Regresara nota 15 16. Previamente,en el capítulo III del Acuerdo de Cartagena, que se refiere a la armonizaciónde las políticas económicas y a la coordinación de los planesde desarrollo, se señala que a los programas de desarrollo agropecuario yagroindustrial se otorga una importancia equivalente a los de desarrollo industrialy de infraestructura física.Regresar a nota 16 17. Raymundo BarrosCharlin, op. cit., p. 59.Regresar a nota 17 18. En el VIIIConsejo Presidencial celebrado en Trujillo en marzo de 1996 se aprobó el ProtocoloModificatorio del Acuerdo de Integración Subregional Andino (Acuerdo de Cartagena),mediante el cual se crearon la Comunidad Andina y el Sistema Andino de Integración,lo que fue acompañado de significativas reformas institucionales.Regresara nota 18 19. Segúnestablece el Tratado de Asunción, el Mercosur implica la libre circulaciónde bienes, servicios y factores productivos entre los países miembro.Regresara nota 19 20. Es importanteseñalar que el promedio del AEC del Mercosur para los bienes alimenticioselaborados destinados tanto al consumo de los hogares como a la industria es superioral de todos los productos y este último es, a su vez, mayor que el de losproductos básicos en general (alimenticios, entre otros). Luego, existiríaescalonamiento arancelario para los bienes alimenticios.Regresar a nota 20 21. Miguel Izam,Revisión de los acuerdos sectoriales suscritos por países miembrosdel Mercado Común del Sur (Mercosur), LC/R 1880, Santiago, Chile, febrerode 1997.Regresara nota 21 22. Se trata delSubgrupo de Trabajo núm. 8, según consta en el anexo V del Tratadode Asunción.Regresara nota 22 23. OCDE, Implicationsof the Mercosur Agreement for Cereal and Livestock Product Market and Trade,AGR/CA (98)4/final, París, 1998.Regresar a nota 23 24. Y tambiénimportantes asimetrías y competitividades, lo que ocurre, por ejemplo, conlos aceites, soya y sus derivados.Regresar a nota 24 25. M. BeatrizAlbuquerque y M. José Braga, "Mercosul: integração regionale o comercio de produtos agrícolas", IPEA, texto para discusiónnúm. 494, Río de Janeiro, julio de 1997.Regresar a nota 25 26. Las áreastemáticas cubiertas por los comités de acción que tuvieron menoséxito son: granos, semillas, frutas, oleaginosas, carne, derivados de carney lácteos. En un nivel distinto, cabría también mencionar alComité de Acción sobre Organismos Empresariales de Comercio Exteriory al de Seguridad Alimentaria, los cuales mostraron resultados poco sistemáticosy duraderos.Regresara nota 26 27. Tambiénlos productores de café de América Latina y el Caribe han tenido logrosimportantes, sobre todo en materia de determinación de cuotas de produccióny de incidencia en los precios internacionales de este producto, especialmente durantela existencia de Pancafé. En los últimos años se han hecho algunosesfuerzos por reactivar este organismo de concertación, los cuales todavíano han sido fructíferos.Regresar a nota 27 28. Lo que ocurrea partir de la entrada en vigor del Tratado de Maastricht en 1993.Regresar a nota 28 29. Con todo,es importante precisar que la mayoría de los estados miembro de la AELC hanido abandonándola para incorporarse a la Unión Europea. La reuniónde estas dos entidades en la actualidad constituye lo que se denomina el EspacioEconómico Europeo.Regresara nota 29 30. Creada en1958 la AELC pretendía la instauración de una unión aduanera.La agricultura quedaba entregada a la suscripción de acuerdos bilateralesentre sus estados miembro.Regresara nota 30 31. Michel Cépède,"La agricultura en la integración europea'', en Osvaldo Sunkel, Elproceso europeo y el problema latinoamericano. Integración políticay económica, Editorial Universitaria, Santiago, Chile, 1970.Regresara nota 31 32. En parte comoconsecuencia de que una de las organizaciones civiles que propugnaban la integracióneuropea, el Movimiento Europeo, había realizado en 1949 una reunióneconómica conocida como Conferencia de Westminster, cuya comisión dedicadaa las cuestiones agrícolas planteó la necesidad de establecer "unapolítica agrícola concertada con miras no tanto a una liberalizacióncomo a una organización de los mercados agrícolas".Regresar a nota 32 33. NoëlGilbert, Du pool vert à la politique agricole commune: les tentatives deCommunauté agricole européenne entre 1945 et 1955, Economica, París,1998.Regresara nota 33 34. Michael Tracy,"El espíritu de Stresa'', Revista de Estudios Agro-sociales, vol.XLI, núm. 165, Madrid, julio-septiembre de 1993.Regresar a nota 34 35. Las cualesfueron sostenidas en el marco de la Organización Europea de CooperaciónEconómica (la OECD, precursora de la OCDE). Regresar a nota 35 36. La agriculturase aborda de manera exclusiva en los diez artículos que componen el títuloII de la segunda parte del Tratado de Roma. El escaso número de artículosdedicados a ese sector se justifica, dado que su objetivo era recoger un consensopreliminar respecto a la incorporación del sector agrícola en el mercadocomún. Cabe señalar que son 248 los artículos del tratado constitutivode la CEE.Regresara nota 36 37. Artículo38 del Tratado de Roma.Regresara nota 37 38. Las que seprevén en el artículo 39 del Tratado de Roma.Regresar a nota 38 39. Cabe señalarque no siempre ha sido posible conciliar, en la práctica, estos dos últimosobjetivos.Regresara nota 39 40. Artículo3 del Tratado de Roma.Regresara nota 40 41. Artículo43 del Tratado de Roma.Regresara nota 41 42. Winfried vonUrff, "La política de integración agrícola en la ComunidadEconómica Europea", en Oswaldo Sunkel, op. cit., p. 142.Regresara nota 42 43. TradicionalmenteFrancia ha contado con varios organismos estatales intervencionistas y centralizadorespara regular los mercados agrícolas, es decir, las operaciones de compra,venta y almacenamiento de los principales bienes del rubro.Regresar a nota 43 44. Principalmentearroz, frutas, hortalizas, aceite de oliva, vino y tabaco.Regresar a nota 44 45. Creado en1948, está formado por Bélgica, Luxemburgo y los Países Bajos.Regresara nota 45 46. Todas lascifras mencionadas en el párrafo corresponden a 1962.Regresar a nota 46 47. Michel Tracy,op. cit., p. 18.Regresara nota 47 48. Jacques Loyate Yves Petit, La politique agricole commune (PAC), La DocumentationFrançaise, París, mayo de 1999.Regresar a nota 48 49. AssembléeNationale, "La PAC en quête de nouvelles missions", rapport d'informationnúm. 1247 déposé par la délégation de l'AssembléeNationale pour l'Union Européenne, présenté par Mme: BeatriceMarre, París, diciembre de 1998.Regresar a nota 49 50. Albert MassotMartí, "Política agrícola común en crisis. Crisisde la construcción europea'', Derecho Agrario y Alimentario, añoXIV, núm. 33, Madrid, julio-diciembre de 1998.Regresar a nota 50 51. Los que sonalternativamente denominados, según la cadena productiva en cuestión,precios institucionales o de orientación.Regresar a nota 51 52. Dado que alinicio de la CEE había un déficit de productos agrícolas seesperaba que la recaudación tributaria obtenida mediante los impuestos a lasimportaciones permitiera financiar holgadamente los gastos inherentes a la PAC. Luegose suponía que los subsidios a la exportación iban a ser marginales.Sin embargo, cuando se van logrando excedentes agrícolas importantes, lasrestituciones a las exportaciones adquieren un creciente peso presupuestario.Regresara nota 52 53. FrédéricTeulon, "La Politique Agricole Commune'', Que sais-je?, Presses Universitairesde France, París, febrero de 1991.Regresar a nota 53 54. Por ejemplo,la OCM de cereales se basa en lo fundamental en la concesión de ayudas directasal productor ligadas al factor de producción tierra y calculadas con baseen fundamentos históricos y, por otra parte, en mecanismos de control de laoferta interna, principalmente el retiro obligatorio de tierra.Regresar a nota 54 55. Cabe agregarque no se halló ningún documento específico dedicado a evaluarel costo fiscal de la puesta en marcha de la PAC.Regresar a nota 55 56. Cabe recordarque estos regímenes especiales han radicado exclusivamente en el otorgamientode plazos mayores de desgravación arancelaria y en la posibilidad de exceptuaralgunos productos agrícolas sensibles de manera más o menos permanentedel programa de desgravación.Regresar a nota 56 57. CEPAL-FAO,El sector agrícola en los esquemas de integración económicade América Latina, División Agrícola Conjunta, Santiago,Chile, agosto de 1975.Regresara nota 57 58. Jacobo Schatan,"La agricultura latinoamericana y la integración", en Osvaldo Sunkel,op. cit.Regresara nota 58 59. CEPAL-FAO,Integración y cooperación, op. cit., p. 38.Regresara nota 59 60. En este sentido,los principales productos son maíz, trigo, azúcar en bruto, legumbres,soya y arroz.Regresara nota 60 61. Una razónimportante que explica la falta de competitividad-precio de los bienes agropecuariosde origen latinoamericano en relación con los procedentes del resto del mundoes la aplicación, por la mayoría de los países desarrollados,de subsidios agrícolas de diversa índole. Casos tradicionales son eltrigo y los productos lácteos, originarios de Estados Unidos y la CEE.Regresara nota 61 62. Jaime QuijandríaSalmón, "El sector agropecuario en la integración latinoamericana:ALADI 1980-1982'', Socialismo y Participación, núm. 29, Lima,marzo de 1985.Regresara nota 62 63. CEPAL-FAO,El sector agrícola, op. cit., p. 9.Regresar a nota 63 64. Lo cual sepodría explicar, entre otras causas, por la insuficiencia operativa de laintegración regional respecto a la problemática agrícola, laconcepción predominantemente nacional del problema agrario y el alto gradode dependencia externa que caracterizó el abastecimiento interno de productosagrícolas durante el período señalado.Regresar a nota 64 65. MartínPiñeiro, "La agricultura en la integración de América Latinay el Caribe'', Integración Latinoamericana, revista mensual del INTAL,año 16, núm. 170, Buenos Aires, agosto de 1991.Regresar a nota 65 66. Rafael MorenoRojas, "Nueva política agraria para el desarrollo'', Revista de EstudiosAgro-sociales, vol. XXXVIII, núm. 152, Madrid, abril-junio de 1990.Regresara nota 66 67. No obstanteque la tendencia ha sido claramente creciente, dado que a finales de la décadade los cincuenta y durante el decenio de los sesenta representaba alrededor de 9%,es importante destacar que este coeficiente tuvo algunos retrocesos hacia el finalde la década de los noventa, de carácter presumiblemente coyuntural.Por otra parte, cabe señalar que de manera más secular el peso relativode las exportaciones agropecuarias de los países de la ALADI ha ido decayendosin pausa, pues mientras en 1955 representaban 20% del comercio internacional deestos productos, hoy no superan 10%. Cabe reiterar que este proceso ha sido fundamentalmenteconsecuencia de las medidas internas de apoyo que mejoraron la competitividad-preciode los productos agrícolas de los países desarrollados en los mercadosinternacionales.Regresara nota 67 68. Lo que tambiénse verificó en los respectivos acuerdos que el Mercosur suscribió conBolivia y con Chile.Regresara nota 68 69. No obstanteque recientemente ha surgido una interesante iniciativa argentina que propone lafutura constitución de políticas comunes para el Mercosur agroalimentario,destinadas a alentar la producción, incrementar la productividad y lograrla apertura de nuevos mercados externos.Regresar a nota 69 70. Junta delAcuerdo de Cartagena, Departamento Agropecuario, "Seguridad alimentaria e integración:hacia una política agropecuaria andina'', Revista Nacional de Agricultura,núm. 894, Bogotá, marzo de 1991.Regresar a nota 70 71. De hecho yase han logrado ciertos avances con la aprobación de decisiones específicas.Por ejemplo, la que se refiere a la constitución del Sistema Andino de SanidadAgropecuaria, cuyos objetivos son desarrollar las acciones comunes necesarias paracontribuir a la protección de la salud humana, animal y vegetal; asícomo favorecer el intercambio comercial y mejorar la producción de alimentos.Otra decisión se relaciona con la necesidad de elevar la competitividad dela cadena productiva del arroz en la subregión.Regresar a nota 71 72. Michael Tracy,op. cit., p. 33.Regresara nota 72 73. Ibid.,p. 32.Regresara nota 73 74. En la actualidadmás de 65% de las importaciones agrícolas de la agrupación sonde origen comunitario, mientras que casi 72% de las exportaciones se dirigen al mercadointrarregionalRegresara nota 74 75. Celia Barbatode Silva, Cooperación del IICA con la integración Argentina/Brasil/Uruguay,San José, agosto de 1989.Regresar a nota 75 76. En la actualidadAlemania es el tercer productor agrícola de la Unión Europea, en tantoque Francia se ha mantenido en el primer lugar, con porcentajes respectivos de 15y 21 en relación con el total de la producción agrícola comunitaria.Regresara nota 76 77. Se trata fundamentalmentede torta de soya, gluten de maíz y mandioca, cuyo uso en la alimentacióndel ganado es bastante reciente y remplaza a los forrajes tradicionales elaboradosa base de trigo, por ejemplo.Regresar a nota 77 78. La integraciónde los bienes agrícolas mediterráneos a la PAC ocurrió comoconsecuencia de la incorporación de España y Portugal a la CEE en 1986.Por su parte, las nuevas zonas de cultivos que pasaron a requerir ayuda financieracorresponden a los territorios de Suecia y Finlandia que se adhirieron a la UniónEuropea en 1995.Regresara nota 78 79. OCDE, Examendes revenus des ménages agricoles dans les pays de L'OCDE, París,1995.Regresara nota 79 80. Esta tendenciaconcentradora también se verificaría en la mayoría de los restantespaíses de la OCDE.Regresara nota 80 81. La preferenciaotorgada a estos rubros resultó de las presiones de los correspondientes gremiosde productores que contaron con la acogida de los gobiernos respectivos, los cualeslograron que se instauraran medidas de intervención o de protecciónen el ámbito comunitario.Regresar a nota 81 82. La CEE convirtióla cohesión económica y social en uno de sus principios al firmarseel Acta Única Europea en 1986.Regresar a nota 82 83. Jacques Berthelot,"Agriculture, le vrai débat Nord-Sud", Le Monde Diplomatique,París, marzo de 2000.Regresara nota 83 84. AssembléeNationale, op. cit., p. 40.Regresar a nota 84 85. Rosemary Fennell,"La PAC: asunto sin concluir, problemas sin resolver'', Revista de EstudiosAgro-sociales, vol. XLI, núm. 165, Madrid, julio-septiembre de 1993.Regresara nota 85 86. El sistemade recursos propios para el presupuesto comunitario total entró en vigor en1971. El autofinanciamiento se consiguió años después. Las fuentesde recursos son básicamente tres: exacciones reguladoras agrícolas,derechos de aduana y porcentaje sobre los ingresos por impuestos al valor agregado.Frente a necesidades financieras crecientes se ha recurrido a nuevas fuentes de recursosaportados por los países en relación con su producto nacional bruto.Regresara nota 86 87. En ausenciade una moneda europea única, en 1962 se creó la unidad de cuenta agrícola.Algunos años después se constituyeron los montantes compensatoriosmonetarios destinados a compensar las fluctuaciones monetarias nacionales. En 1972,al tomarse conciencia de la necesidad de reducir las márgenes de fluctuacionesentre las monedas comunitarias, se emprendió la serpiente monetaria.En 1975 se estableció el ECU y en 1979 el sistema monetario europeo. Todosestos avances hicieron posible el establecimiento de la moneda única europea,el euro, el 1 de enero de 1999.Regresar a nota 87 88. Albert MartíMassot, op. cit., p.58.Regresar a nota 88 89. Luca Salvaticiy Fabrizio de Filippis, "Integración económica europea e intervenciónpública en la agricultura: ¿ re-regulación o desregulación?'',Revista de Estudios Agro-sociales, vol. XLI, núm. 165, Madrid, julio-septiembrede 1993.Regresara nota 89 90. Ibid.,p. 125.Regresara nota 90 91. Ibid.,p. 126.Regresara nota 91 92. La primera,realizada en 1992, se conoce con el nombre de su principal gestor (Mac Sharry). Lasegunda fue aprobada en marzo de 1999 en el marco de una reforma más ampliaque la Unión Europea ha denominado Agenda 2000 y que tiene en cuenta la eventualincorporación de nuevos socios, principalmente países de Europa centraly oriental.Regresara nota 92 93. En suma, lasreformas radican en compensar parcialmente la reducción de los precios garantizadoscon el aumento de las ayudas directas a la renta de los agricultores, las cualesse otorgan con una cierta independencia del nivel de producción. Simultáneamente,las reformas también pretenden implantar varios mecanismos de control de laoferta, como por ejemplo la retirada de tierra de ciertos cultivos.Regresar a nota 93 94. Es importanteseñalar que este enjuiciamiento fue rechazado en la Cumbre de Berlín,celebrada en marzo de 1999, cuando se postergaron las propuestas de cofinanciamientode las ayudas directas de la PAC.Regresar a nota 94 95. Tanto en términosabsolutos como en relación con los gastos comunitarios destinados a los otrossectores productivos y a las demás prioridades de la Unión Europea.De hecho, 42% del presupuesto comunitario actual se destina a la PAC, coeficienteque en la década de los ochenta, período en el cual alcanzósu máximo, fue cercano a 75 por ciento.Regresar a nota 95 96. Así,los agricultores europeos se agruparon en el Comité de las OrganizacionesProfesionales Agrícolas de los Países de la Comunidad (COPA), que reúnea las principales asociaciones de productores de los estados miembro.Regresar a nota 96
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