Noviembre y diciembre de 2014
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mercado de América del Norte, en gene-
ral, y de Estados Unidos, en particular.
El intercambio comercial sobre la base
de los grupos 7 y 6 muestra los aspectos
estructurales de la relación comercial bila-
teral México-Japón: primero, la importan-
cia del mercado mexicano como destino de
exportaciones japonesas con alto contenido
de valor agregado; segundo, la dependen-
cia mexicana de bienes de capital de ori-
gen nipón, utilizados para exportar bienes
de los rubros 701, 703 y 705 al mercado
de Estados Unidos y de otros países del
continente americano; tercero, el carácter
determinante de estos grupos en el superá-
vit comercial permanente y creciente, fa-
vorable a Japón; cuarto, las incapacidades
de la economía mexicana para participar
en el comercio intrafirmas y exportar a Ja-
pón bienes de los grupos 7 y 6; quinto, la
influencia del AAE en la consolidación de
los cuatro rasgos anteriores.
Abunda la literatura relacionada con
las incapacidades de los actores econó-
micos mexicanos para crear un sistema
de proveeduría que permita producir in
situ una parte de los insumos importa-
dos, con el propósito de incrementar el
volumen de valor agregado de origen
nacional; por nuestra parte, queremos
insistir en dos puntos: por un lado, la
necesidad de aprovechar la experiencia
adquirida en el sector 703: Maquina-
ria eléctrica, para reactivar los sectores
701, 705 y 611, para que México parti-
cipe en el comercio intrafirmas y esté en
posibilidades de exportar bienes de esos
rubros a Japón; por el otro, la obligación
de los actores mexicanos de tener en
cuenta la reorientación geoeconómica
de los intereses de las grandes empresas
japonesas y estadounidenses; pues, en el
caso de las empresas japonesas, vimos
que el mercado de América del Norte ha
perdido relevancia, como consecuencia
de la intensificación de las relaciones
económicas de Japón con los países de
Asia Pacífico, en general, y con China,
en particular. No es azaroso que esa in-
tensificación se haya producido precisa-
mente en los sectores de los grupos 7 y
6, cruciales en la relación comercial de
México con Estados Unidos y con al-
gunos socios latinoamericanos. Pero el
problema para las empresas de esos ru-
bros localizadas en México es todavía
mayor, pues las matrices ubicadas en
Estados Unidos han optado por reloca-
lizar parte de la producción en China o
por importar insumos, más baratos, de
origen chino; con ello, han minado la
capacidad exportadora de México.
Ante esta situación, las autoridades
mexicanas necesitan pensar y actuar para
proponer a sus contrapartes de América
del Norte, América Latina y Asia Pacífico,
la reestructuración de las industrias metal-
mecánica, electrónica y automotriz en la
escala geográfica amplia, si es que desean
contrarrestar la competencia del complejo
productivo de Asia Pacífico, centrado so-
bre China. Por supuesto, en el diseño de
esta reestructuración habrán de participar
las grandes empresas asiáticas; en este nue-
vo contexto, el gobierno mexicano deberá
poner más atención a programas para la re-
organización de sectores industriales espe-
cíficos que, por ejemplo, a la negociación
de un acuerdo macro como el TPP.
Finalmente, el AAE ha traído venta-
jas importantes a los productores mexi-
canos de los grupos 0 y 2. No obstante,
el superávit comercial registrado en esos
rubros tan sólo representa una propor-
ción mínima del déficit creciente que
mantiene la economía mexicana con la
japonesa. Cuatro tareas se perfilan como
ineludibles: primero, organizar a un ma-
yor número de productores mexicanos
para que sus productos satisfagan los
estándares de calidad requeridos en el
mercado japonés; segundo, ampliar las
cuotas para los productos mexicanos que
han tenido mayor éxito; tercero, traba-
jar con los productores de aquellos bie-
nes que hasta ahora han tenido un éxito
mitigado o mínimo; cuarto, negociar la
posibilidad de exportar bienes de estos
grupos con mayor valor agregado.
En conclusión, en el nuevo contexto
internacional, la relación bilateral Méxi-
co-Japón ha sido rebasada y ahora para
refuncionalizar el AAE será necesario
tener en cuenta los procesos de inte-
gración regional donde participan los
actores económicos y políticos de am-
bos países para interactuar, ahí, con sus
contrapartes. Sin esta actualización del
AEE, cualquier futura evaluación segui-
rá calificándolo con desempeño “regu-
lar, bajo o estancado”.
2001
2004
2009
2013
IMPORTACIONES TOTALES
260 616 100.00 235 305 100.00 288 046 100.00 437 799 100.00
0 Alimentos y animales vivos
48 016 18.42 51 917 22.06 56 922 19.76 88 743 20.27
001 Animales vivos
2
0.00 22,323 9.49
0
0.00
4
0.00
003 Carne y sus preparaciones
25 545 9.80 9 399
3.99 28 982 10.06 43 724 9.99
005 Huevos y productos lácteos
7
0.00
131
0.06
0
0.00
138
0.03
007 Pescado y sus preparaciones
3 022
1.16
3
0.00
6 474 2.25
9 091
2.08
011 Frutas y vegetales
16 631 6.38 17 282 7.34 18 223 6.33
31 693 7.24
013 Azúcar, miel y derivados
48
0.02
287
0.12
69
0.02
151
0.03
015 Café, té, cocoa y especias
2 009
0.77 1 668
0.71
1 114
0.39
1 881
0.43
017 Alimentos para animales
144
0.06
179
0.08
1 437 0.50
2 061
0.47
Cuadro 3. Japón: estructura de las importaciones provenientes de México, 2001-2013
(millones de yenes y porcentajes)
Relación comercial México-Japón
1...,13,14,15,16,17,18,19,20,21,22 24,25,26,27,28,29,30,31,32,33,...71